Capítulo 23 Cumpleaños

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Capítulo 23 Cumpleaños

*Sofía P.D.V*

Mi cumpleaño empezó como cualquier día normal. Sólo mi familia —con la que vivo— me había felicitado. Entraron a mi habitación con un pastel de chocolate, cantando las mañanitas. Mamá me regalo una tarjeta de reglo con quinientos dolares en ella. Papá me regaló una pulsera ¨Pandora¨ con todos los ¨charms¨. Lucas me regaló un oso panda y Níco me regaló un vestido porque ibamos a salir.

Ian, Irvine, Fernando, Alejandra, Kate, Lea, Jean, ninguno, pero NINGUNO me había mandado un mensaje de ¨Feliz Cumpleaño¨,pensé que estaban ocupados o algo así, ya que estabamos en vacaciones y no era responsabilidad de ellos felicitarme. 

Nícolas me llevo, a comer a un restaurante y antes de salir el gerente llegó a donde yo estaba con un pastel el cual decía ¨Feliz Cumpleaño, Princesa¨ junto con diesisiete velas, sí un fuego literal. Allí me cantaron las mañanitas, y otras cancione que no recuerdo su nombre. Luego de eso fuimos de shopping donde me compre unos trajes y todo. Me llevó a que me cambiara porque según él ¨tienes que estar más linda para donde vamos.¨ Al final de la tarde estabamos caminando por la playa la gente nos volteaba a ver raros, por nuestra vestimenta. 

—¿Te ha gustado tú día? —preguntó mientras mirabamos el atardecer

—Sí, me ha encantado —murmuré con una sonrisa.

—Quedate aquí, no vayas a ninguna parte. —dijo antes de levantarse y darme un beso.

—No tardes —murmuré

Minutos después que él se había marchado llegaron dos niños. El más grande era rubio no pasaba de sus diez añitos me entrego una rosa, el más pequeño me entregó un globo rojo. Así pasaron quince niños más. En mis manos tenía dieciséis rosas y globos. Las que completaban las diecisiete llegaron detrás de un rostro escondido entre muchos globos. 

—¿Nícolas? —pregunté

—Feliz cumpleaños, princesa —dijo mostrando su rostro.

—Gra...—el sonido de fuegos artificiales me interumpió. Estaba en un asombro total.— ¡Gracias! —chillé con lágrimas en mis ojos. 

Nícolas me abrazó entre ese monton de globos y rosas, para luego darme un tierno beso. 

—Gracias,Gracias ha sido mi mejor cumplaños. —no me cansé de agradecer en todo el camino a la casa. 

El sólo se limitaba a sonreír. Una sonrisa que asesinaba a cualquiera. Una sonrisa dulce. Abrí la puerta de mi casa con las rosas en las manos mientras que él llevaba los globos.

—No sé porque escogí tantos globos —lo escuché murmurar cuando entramos a la casa. 

De un momento a otro todo quedó iluminado y se escuchó un ¡SORPRESA! De todos mis seres queridos.

*Nícolas P.D.V* 

En el momento que Sofía entró a la casa y escuchó a coro el ¨Sorpresa¨ sus ojos se llenaron de lágrimas. Todos estabamos con una sonrisa en nuestro rostro. Cada invitado la fue a abrazar y felicitar. Luego de un rato la música sonó para luego pasar a la área del comedor. Todas las sillas estaban con globos y en el medio había un gran pastel.

—Sin duda alguna este ha sido mi mejor cumpleaños —dijo ella.

Este día  28 de junio, lo recordaríamos mucho de nosotros, este día no se olvidaría de ningua de las mentes de los aquí presentes. 

*Sofía P.D.V*

—Sin duda alguna este ha sido mi mejor cumpleaños —dije antes de cortar el pastel.

Ese día lo tengo grabado en mi mente a fuego. Las personas más importantes en mi vida estaban allí las que creí que se habían olvidado de mi día también. Mi mejor día sin duda, y sin pensarlo desde ese día vinieron días mejores, días de felicidad, dias en que nuestra familia estaba más unida que nunca. Habíamos regresado de vacaciones y ya estabamos por terminar el primer semestre de mi último año en la escuela superior. Nícolas ya vivía en su casa desde antes que las clases comenzaran. Lucas estaba con la nerd de una de las fiestas, su nombre era Mireila. Fernando y Kate cumplían un año juntos, según decían ellos. Alejandra había regresado con su familia. Irvine estaba conociendo a una chica al cual no decía nombre. Recuerdo que Nícolas le dijo:

—El soltero más codiciado, ha sido casado. —esa fue una broma por la cual insistimos todos los días.

Ian llevaba 4 meses saliendo con otra chica, de Lea no sabíamos nada. Jean se había mudado del país junto a su familia. Byron habló con mis padres y eran grandes amigos. Amalia se había desaparecido con la misma rápidez con la que apareció. Nícolas y yo pues seguíamos teniendo la mejor relación, eramos una pareja pero no lo parecíamos, eramos novios, mejores amigos, confidentes etc. Estabamos a dos semanas de pasar nuestra primera navidad juntos. Sería toda una aventura, en navidad siempre nos ibamos de viaje por el mundo y esta no sería la excepción. De eso estaba segura.

—¿Nícolas, vas a ir a el viaje? —pregunté

—Si voy a ir, no te dejaré sola para que lleguen los buitres y me dejen sin novia —dijo y me dio un beso.

—Celoso —dije sobre sus labios.

—Tu no estarías celosa si me voy de viaje y tu te quedas. Donde conoceré a otras personas. —dijo mirandome a los ojos.— Dime.

—Y conoces a otra chica y te dejo sin hijos —dije con el ceño fruncido— Y a ella la dejo calva.

—Y me dices celoso —rió y frunció el ceño— Y algún hombre coquetea contigo y no ve la luz del día. —reí y me acosté en su pecho para terminar de ver la película. 

Luego de un silencio bastante largo me llegó una pregunta a la mente —¿Qué pensastes cuando me vistes por primera vez? 

Suspiró— Qué eras una niña mimada, creída, pero luego al verte jugando baloncesto vi que eras todo lo contrario por eso me llamastes la atención. No había conocido a una mujer que no le importara sudar jugando con un hombre —se rió por lo bajo— Sabes aún me debes aquel juego.

Lo besé desde el cuello, la mandíbula, hasta llegar a sus labios. — Y esto —lo volví a besar— no recompenza el juego. —volví a besarlo hasta quedar a horcajadas sobre él.

—Si sigues así sí. —me besó y de un momento a otro el quedo sobre mi y yo con mi espalda pegada al colchón.

Besó mis labios, y fue bajando hasta mi cuello. Nícolas me apretó más hacia él, sintiendo su amiguito creciendo. Solté un gemido sin poder evitarlo. Mordió suavemente el lóbulo de mi oreja.

—¿Sabes lo que siento por ti? ¿Sabes cuanto te amo? —susurró con voz ronca sobre mis labios.

—Te amo más —murmuré y pase mis brazos por su cuello.

Entre besos y jadeos ya nos habíamos desecho de la ropa, la cual estaba por algún lugar de la habitación. En un momento  me preocupé pero, al ver su mirada me tranquilizé y sonreí sobre sus labios. 

—Te voy a cuidar siempre ¿esta bien? Te amo —besó mis labios.

—Te amo más Ritchford.

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El tiempo pasa demaciado rápido en la vida de Nícolas y Sofía.

Faltan alrededor de dos capítulos más y llega a su fin. :(

-M. 

Último capítulo del día. C: *Perdonen las faltas ortográficas*

PD: Los amo. C: 

Nícolas [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora