No recordaba cuando había comenzado a salir el sol.
Lentamente, iba cubriendo las calles y le picaba dulcemente sobre la piel. Caminaba sobre las nubes, era tan pesada como una pluma, incluso menos. Sus pies a penas rozaban el suelo y se sentía como si bailara. Drogada, tal vez.
Para su suerte, las calles estaban vacías, ignorando uno o dos autos que se cruzaban cada media hora, más o menos. Hubiese sido una situación de lo más lamentable si algún conocido la viese. La ropa empapada por la lluvia de la noche anterior, el maquillaje corrido, cabello enmarañado y una cara de espanto. No era necesario un espejo para saberlo.
Tan rápido como el avance del sol sobre la ciudad, comenzaba a aparecer su sombra y la de los edificios que la rodeaban. Algo tan simple como una sombra. Algo que se distorsiona dependiendo de la posición del sol, algo que todo el mundo ignora, una eterna compañera, el constante reflejo de algo mayor a ella. En la espera a ser reconocida, atada a algo mayor a sí misma e ignorada de por vida. Comprendía, de forma extraña y repentina, a la sombra de Peter Pan, a sus estragos incansables por escapar. Una tortura de parte de Peter Pan, el perseguirla todo el tiempo, intentar mantenerla atada a él sabiendo que la ignoraría la mayor parte del tiempo. Incluso las sombras merecen libertad ¿no?
Era irónico. Las personas no prestan atención a sus sombras, a pesar de que ellas permanecen a su lado todo el día. Supuso, en aquel momento de escasa y total lucidez, que su mayor compañera era su sombra. Cuán triste sonaba aquella afirmación, sabiendo que por las noches las sombras tenían algunas horas de libertad, de descanso.
¿Qué harían las sombras durante la noche? ¿Escaparían, acaso? ¿O permanecerían junto a su "dueño" por ser su única seguridad?
La verdad es que no importa, porque las sombras son sombras y no son más que el recorte de una figura en la luz y Peter Pan es sólo un cuento.
¿Había acaso algo peor que ser una sombra? ¿Un esclavo de lo único que uno conoce? ¿Algo tan fugaz y a la vez distorsionado?
Dirigió una última mirada a su sombra.
Habían distintos tipos de sombras. Sombras de edificios imponentes, sombras de faros, de cestos de basura, de animales y personas. Todas de distintos tamaños y formas, aunque iguales en cierta forma.
Se apiadó de su pobre sombra. Si ser una sombra era cruel... ¿Cómo se sentiría ser la sombra de una sombra?
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Historias Cortas
General FictionHistorias cortas escritas en noches de interminable tristeza o días de inmensa alegría; inspiradas por distintas personas, sensaciones o una simple taza de café. Espero que las disfruten.