Intento considerar la posibilidad de no estar loco, pero esto no puede estar pasando, definitivamente no es un sueño, todo se siente tan real, aunque supongo que así se sienten las alucinaciones, retrocedo un poco del espejo y me siento en el piso apoyándome contra la pared, mantengo la calma por un tiempo, pero de a poco esto se vuelve más surreal , mis manos tiemblan mientras intento mantenerme concentrado, rápidamente me digo a mi mismo, piensa en todo lo que hiciste el día de ayer, recuerdo paso por paso intentando descubrir si talvez me drogaron, (eso sería un alivio considerando que la otra opción es estar loco), pero por más que busco en mis recuerdos e intento seguir cada uno de mis pasos no veo posibilidades de que este drogado, todo lo que he comido fue preparado por mí y nadie estuvo en contacto con nada que haya ingerido, estoy seguro, asique sigo pensando, la idea pasa por mi mente como una bala, la verdad intento no apoyarla, siempre he creído que loco es aquel que cree en sus propias locuras y se convence de que son ciertas pero esto es tan real que es difícil no considerarlo, necesito ver a alguien que me pueda decir que está pasando, quizás el estrés y todas esas películas finalmente me volvieron loco tal y como mamá decía que pasaría, siento como mi estómago se revuelve por todo esto asique me acerco al lavamanos para vomitar pensando que talvez eso ayudaría, pero no lo hace, asique decido salir rápidamente de la habitación para buscar el teléfono, al poner un pie afuera me doy cuenta de lo malo que es todo esto, la casa luce exactamente igual como en mi adolescencia, las mismas paredes de color crema, los mismo cuadros con fotografías antiguas de mis padres y ese olor demasiado dulce que usaba mi madre y que nunca aguante, camino por ese pasillo angosto que conectaba mi habitación con la sala de estar, mis pies recuerdan la sensación de la alfombra, todo parece tan real al punto en que me embarga la angustia por pensar en todo el tiempo que había pasado desde que me fui, desde mi niñez , siempre odie la nostalgia, es algo a lo que nunca me acostumbre, llegando a la sala de estar tal como imagine todo seguía igual asique camino hacia el teléfono, cuando me doy cuenta que ni siquiera sé a quién llamar, mientras pienso escucho a alguien venir desde la cocina. mi padre se veía 15 años más joven, con esa barba que mama odiaba pero sin ningún atisbo del blanco que en mi tiempo tenia, mis ojos se humedecieron, tuve que contenerme para no soltar más lagrimas mientras él se acercaba con esos pantalones color mostaza y esa camisa a cuadrille azul, de adolecente solía envidiar a mi padre y sus historias de ligues, siempre sonaba tan seguro cuando hablaba con mujeres, sabía exactamente que decir para que no dejasen de prestarle atención, algo que tristemente no quedo en mi código genético, mientras intento evitar la nostalgia veo como se acerca como si nada, se ve algo molesto, intento imaginarme el por qué hasta que comienza a hablar –que haces aquí a esta hora, deberías estar en el colegio- , si esto es una alucinación debo decir que mi mente es increíblemente buena con estos detalles o talvez no lo es, dejando mi ego de lado recurro a la otra posibilidad, talvez esto sea un sueño, recuerdo haber leído hace algún tiempo la forma de poder tener sueños lucidos, entre los consejos que te daban uno decía que ver la hora en un reloj analógico era técnicamente imposible durante un sueño, algo así como imágenes distorsionadas asique echo una mirada a la pared donde solía estar ese reloj que tanto me molestaba por las noches en que su tic tac no me dejaba dormir y si, son las 8:30, me quedo unos momentos más viendo las manecillas moverse para asegurarme de que todo está normal mientras mi padre me sigue hablando, siempre tuve un gusto por lo dramático asique cierta parte de mi disfrutaba este momento, lo siguiente en la lista que recuerdo era que apagar las luces de una habitación supuestamente esto haría que el sueño cambiara (ciertamente ya estaba bastante claro para mí que esto no es un sueño pero no puedo dejar de intentarlo), asique comienzo a encender y apagar las luces mientras mi padre me mira más desconcertado que enojado al ver que me muevo absorto dentro de mis propias ideas, no puedo creerlo, ya se me hace difícil negar la pequeña posibilidad de no estar drogado, dormido o loco, esa última ciertamente es la más fácil de negar, todo esto es demasiado real y mi mente está funcionando plenamente asique entre la emoción y el desconcierto intento mantener la compostura y mirar a mi padre,
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El edificio
Ficção Científicala historia de un grupo de amigos quienes se encuentran de la nada en un lugar extraño, uno con un cielo enorme sobre sus cabezas, personas paseando por las calles y sin paredes que no les permitan escapar