CAPÍTULO 3

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Hayley y yo caminábamos por las calles del Barrio Francés, aprovechamos que la casa estaba sola para salir

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Hayley y yo caminábamos por las calles del Barrio Francés, aprovechamos que la casa estaba sola para salir. Hayley quería que fuéramos a comprar helado y no le podía decir que no a eso.

Me encontraba sentada en una banca, Hayley me dijo que ella se encargaba de traer el helado, le había pedido una malteada de chocolate, el chocolate es mi favorito.

— ¿Eres nueva por aquí? — estaba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta de que un hombre se había acercado.

— Sí, algo así, ¿Tú quien eres? — pregunté.

— Oh si, mi nombre el Steven, mucho gusto — se presentó —  ¿Cuál es el tuyo?

— Soy Malia. ¿Vives aquí, en Nueva Orleans? — pregunté.

— No, solo estoy de paseó, buscaba a una persona, pero ya la encontré — sonrió, ugh, eso último me dió mala espina.

— ¿Con quién hablas? — preguntó Hayley llegando.

— Mm, con ste....— cuando me di cuenta, Steven ya no se encontraba al lado mío, que raro — con nadie, solo pensaba. — Hayley asintió no muy convencida para después entregarme mi malteada.

— ¿No compraste nada para ti? — Hayley nego con la cabeza — Bien.

— ¡Espera! — me interrumpió Hayley cuando estaba a punto de tomar la malteada.

— ¿Qué pasa? — antes de que ella pudiera responderme se comenzaron a escuchar las ramas y para cuendo nos dimos cuenta un vampiro se encontraba frente a nosotras.

— Fué mala idea venir al Barrio Francés, vendrán conmigo lobos.

— ¡Estoy cansada de que los vampiros nos digan que hacer! — exclamé para después tirarle la malteada en el rostro, eso claramente no lo iba a dañar mucho.

Nos dimos la vuelta para salir, pero dos vampiros más aparecieron, antes de poder hacer algo llegó Rebekah y con gran velocidad quebró el cuello de un vampiro para después sacarle el corazón al otro.

— Esa no es manera de tratar a una chica embarazada, odio los malos modales.

•×•

Klaus se encontraba juntando los cuerpos de los vampiros que Rebekah se había encargado de matar.

— ¡Por eso les dije que no salieran de la casa, los licántropos están vetados del Barrio Francés, tenía un plan y su paseíto nocturno lo puso en riesgo! — exclamó hacía hacía nosotras. Rebekah había comenzado a acercarse — ¡Déjalo así! Ya hiciste suficiente — Klaus se encontraba muy enojado se notaba a simple vista. — Dejaste un camino de cuerpos hasta la puerta.

— Si no los hubiera escuchado hablar sobre cabezas de licántropos, todos aquí estarían acabados.

— Ya Klaus, fuí yo la insisto en salir, me sentía muy aburrida, no pensé que algo así pasaría — comencé a hablar — Rebekah nos ayudó con esos vampiros.

LITTLE WOLF / Klaus MikaelsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora