Capítulo único

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Era una mañana normal en la tranquila residencia de la familia Bakugo, los pájaros cantaban, el sol brillaba y Katsuki mataba a los gérmenes que habían amanecido en sus dientes.

—¡Mueran! ¡Mueran!— Un enfurecido y recién levantado rubio cepillaba enérgicamente sus encías.

—¡Maldicion Katsuki, no te levantes a medio día y comiences a hacer escándalo!— Mitsuki apareció molesta  por la puerta con un papel en las manos, parecía una invitación.

—¡Dejame en paz anciana, te pateare el trasero!—.

Mitsuki vio fríamente a su hijo, haciendo un enorme esfuerzo para no romperle la cabeza por su falta de respeto, simplemente guardó la invitación en su bolsillo y respiró profundo para tranquilizarse.

—Mañana en la mañana te verás con Izuku-kun, así que más te vale que seas puntual— La rubia le extendió un papel con algo escrito en su superficie y sin decir mas dejó sólo a su hijo retirándose a cumplir importantes deberes.

Katsuki leyó la dirección y la hora, el sitio no le sonaba de nada, su memoria estaba nublada y no podía recordar con exactitud qué clase de edificio se encontraba ahí, pero la verdadera pregunta era: ¿Para que quería verlo el nerd inútil de Deku?

—Ese bastardo siempre huía en cuanto me veía y se mostraba incómodo en mi presencia— Hizo una pausa en su monólogo y viendose en el espejo su reflejo le devolvió una mirada sombría —Pero todo eso cambió en cuanto obtuvo su poder... ¡Eso es!... ¡Deku... Ese bastardo, lo que quiere es saldar cuentas! ¡Lo que quiere es pelear!—.

Una sonrisa cargada de maldad apareció en su rostro y sin tardar  ni un instante tomó el teléfono y comenzó a marcarle a todos sus amigos, quería público cuando hiciera pedazos al bastardo pecoso, Katsuki no sabía con exactitud a quien le estaba marcando, todos sus contactos eran sobrenombres de gente que ya no recordaba con exactitud, apodos como:

"Batería con patas","Pelos de mierda", "Dedos de goma" y un largo etcétera.

—"Necesito organizar mi agenda"—.

Sorprendentemente todos sus amigos estaban enterados de lo que sucedería en la mañana.

—"No te preocupes por eso viejo, la invitación nos llegó esta mañana, pero me sorprende, al principio creí que era una broma... ¡Hombre, mi cereal terminó en el techo! — Kirishima parecía entusiasmado y Katsuki estaba confundido —Pero sólo por curiosidad ¿Quien tomó la iniciativa?"—.

—Fue el inútil de Deku— Katsuki estaba molesto, ese bastardo seguro que quería presumir ante todos, podía esperar la presencia del bastardo mitad y mitad, a la cara redonda y al maldito de élite en el evento de mañana, pues bien, perfecto, lo humillaria frente a todo el mundo, esa mierdecilla mentirosa pagaría caro su osadía.

—"¡Caramba! Tan timido que se veia... Otra sorpresa, pues felicidades y mucha suerte... ¡Hasta mañana!— Y con ese animado saludo, Kirishima colgó y se dispuso a prepararse para el gran día.

Katsuki estaba bastante confundido... ¿Por qué lo había felicitado? En fin... Con el celular aún en la mano una fugaz idea cruzó su mente, buscó en el directorio telefónico y procedió a marcar el número del negocio en su celular.

—"Buen día, florería Vitello ¿En que puedo ayudarle?— La gentil voz de una joven le saludó cordialmente esperando su respuesta.

—Escucha, quiero que le entregues un ramo de flores a cierto bastardo, así que anota bien la dirección ¡Mierda!— Katsuki se estaba exasperando, la nerviosa  vendedora se veía intimidada ante la potente voz de su cliente, agradecía no tenerlo enfrente porque quizás lloraría.

Boda sorpresaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora