Prometeo: elige bien tu destino

Capitulo 13: light knight

—demonios... Duele... No...no puedo moverme...-Anakin no estaba desangrando sin embargo era peligroso que se moviera. Se quedó dormido del cansancio.

—oye niño-exclamó una voz que se escuchaba cada vez más cerca de Anakin.
Abrió los ojos, veía todo un poco borroso pero logró ver la silueta de lo que parecía un hombre de cabello y barba negro y una especie de capa color café que lo cubría.
—ayúdame...-cada vez le era más difícil el mantenerse despierto, se hallaba muy débil.
—por supuesto, yo te ayudare sin embargo tendrás que darme algo a cambio, ¿de acuerdo?-aseveró el hombre.
—¡si por favor te daré lo que quieras pero ayúdame!-suplico Anakin.

El hombre lo llevo dentro de lo que parecía una pequeña nave aerodeslizable hasta llegar a una casa, la cual a vista (a la poca que tenía en ese momento) de Anakin, se veía algo sencilla, como si el hombre no necesitará de tantos lujos o tecnología para ser feliz.

—abuelo... ¿Ese niño quien es?-escucho Anakin cuando fue depositado en lo que parecía una cama de madera.
—¿recuerdas haber visto una explosión gigante Alex?-pregunto el hombre.
—si... ¿Eso quiere decir que lo encontraste ahí?, ¿no tiene mano?
—basta, basta Alex... Anda ve a tu cama, tengo que tratar las heridas del muchacho y arreglarmelas para ver cómo pone... Bueno, a todo esto... !¿Que haces despierto?!- el niño corrió a su cuarto.

Anakin lo logró ver mejor, tanto al hombre como al niño. Era un señor de edad grande, moreno, cabello oscuro en forma de aguacero, una barba casi perfecta y ojos color azul.
El niño igualmente era moreno, cabello y ojos de igual forma al señor.
Pero sin duda, dos cosas llamaron la atención de Anakin; la primera es que el señor iba vestido con un traje que le recordaba a los caballeros de luz, y la segunda es que el niño tenía una marca en el cuello parecida a un remolino.

—estarás unos cuantos días sumergido en una tina con líquidos médicos, te dormiré para que el proceso sea más rápido, ¿estas de acuerdo?- preguntó.

—s...s...si...

Y así pasaron los días, para ser exacto una semana y media, en las cuales Anakin con un respirador, sumergido en una tina curaba sus heridas a excepción del brazo, el cual era cubierto con hielo el cual se cambiaba 3 veces al día; hasta que por fin sanó.

—¡hey!
—¡muchacho!

Anakin escuchaba las voces, abrió los ojos y se incorporó.

—wow- se percató de su sanación exitosa- muchas gracias, es usted muy amable señor... Por cierto, ¿cuál es su nombre?

—me llamó Alejandro, mucho gusto-mencionó mientras analizaba cuidadosamente su brazo derecho- el niño que está atrás mío se llama igual Alejandro, pero le puedes decir Alex.

—¿tu como te llamas?-pregunto el niño.
—yo soy Anakin, mucho gusto-pensó un momento- disculpe señor Alejandro... ¿Es usted un... Light knight?
—si, si lo soy- dijo con tanta tranquilidad.
—¡wow!, ¿y que espera un caballero como usted de un pobre muchacho que era un asesino?-se exalto Anakin.
—precisamente ese es el cambio que vas a hacer por la recuperación que te he dado...
—¡SERAS MI ALUMNO!

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