Nunca es tarde para creer.

Capitulo 1. Sombras.

Ya estamos otra vez, huyendo, como siempre. Corro para que no me alcanzen, sé que no lo harán, pero algún día les alcanzaré yo a ellos. Es horrible tener que agachar la cabeza siempre que pasas delante de alguien, por miedo a lo que pueda decir, o lo que pueda perjudicarte. Simplemente quiero darme la vuelta y darles su merecido, en verdad, estoy entrenada y puedo matarles a todos con mucha facilidad. Mis padres me han entrenado a si, para que yo sepa protegerme, ¿De qúe? En verdad no lo se. 

Entro rápidamente en mi casa y echo la llave, detrás de la puerta oigo insultos como siempre. ¿Estas chicas nunca se cansan o qué? Estoy harta de correr todos los días, mi madre ya sabe que me persiguen, pero no me deja actuar, y cada vez me resulta más difícil.

Ahora que estoy en casa decido subir a mi habitación que se encuentra en segunda plante, y me miro al espejo. "Angela" me digo "Esta todo bien, el curso esta acabando y con ello acabaran los insultos y las persecuciones, espero." Miro mi cara, delgada, mis ojos, verdes, mi pelo, de un naranja casi pelirrojo, y unas pocas pecas en la cara. Tengo a mucha gente a mis pies, pero tengo a otra mucha deseando verme muerta. ¿Por qué? Porque les humille delante de todo el insituto.

Flashback

-Eh chiqui ven aquí- Dijo Roberto, el malote de clase.

-Tengo nombre gracias- Respondí irónica.

-Uy que la rarita se nos pone chula- DIjeron por atrás riendose.

-Bueno al menos yo no necesito a nadie que me cubra las espaldas- Dije en un tono más serio.

-Mira preciosa...- Dijo Roberto no le deje terminar la frase y dije sarcastica.

-Gracias, una pena que no pueda decir lo mismo de ti- Lo que hizo estallar una carcajada y hizo que Roberto se acercase furioso hacia mi.

-Conmigo no jueges guapa, que te puedo hundir la vida- Dijo amenazante.

- No creo que me puedas hundir, se nadar.-Le estaba fastidiando pero bien, había gente que se iba retirando mientras otros me observaban con cuidado.

-Te voy a...- Dijo Roberto mientras se acercaba a mi con la mano levantada-

-Ni se te ocurra tocarme, estúpido.- Dije agarrandole muy habilmente la mano, antes de que me tocase.

Se oyeron murmullos alrededor, y Roberto furioso se adelanto a pegarme una patada, antes de que nadie lo pudiese ver le había pegado una patada a Roberto y se encontraba en el suelo.

-Ahora lloras como una nenaza, espero que esto te haya servido de lección- Dije amenazante.

-Cómo cualquiera de vosotros se atreva a acercarse a mi, correrá su misma suerte o peor.-Dije divertida mientras su grupo me miraba asombrado, por lo que cogí y me fuí.

Roberto nunca me lo perdono y ahora me persigue todas las tardes tratando de hacermelo pagar, pero lo divertido, es que nunca lo conseguirá.

Fin del flashback.

Me parecía divertido, me odiaban y me temían, pero no saben que lo mejor esta por venir, al menos para mi.