Nunca es tarde para creer.

Capítulo 5. Mentiras y descubrimientos.

Mi madre me despierta a las 10 de la mañana con cara de preocupación y me acompaña hacia el comedor donde encuentro a 7 personas, entre ellos mi abuela, varios familiares que he visto mucho con mi abuela, y otras personas que no conozco.

-¿Qué pasa?-Preguntó.

-Ángela cariño siéntate, tenemos que contarte unas cosas.-Me dice mi abuela Silvia.

Me siento y mi abuela se levanta un poco la camisa y me enseña la misma marca que tengo yo, el yin el yan.

-¿Tienes tú esto Ángela?- Me pregunta Juan, mi tio abuelo, quiero.

Miré a mi madre extrañada y asentió.

-Si, me salió hace un par de días ¿Qué es?- Pregunté.

-Es algo difícil de explicar, como decirlo… ¿Crees en la magia?-Preguntó un amigo de mi abuela.

Asentí rapidamente, ¿Qué si creía? Yo era magia.

-Vale pues, tú eres parte de esa magia, al igual que toda esta familia, tú eres la única que queda capaz de salvarnos, ni siquiera tu abuela era como tú, eres única y peligrosa por así decirlo- Dijo mi tio abuelo.

-Pero que así me lias a la niña por Dios.- Dijo mi abuela, la verdad es que si, me estaban haciendo un cacao, ósea ello sabían que tenía poderes, pero me habían dicho que era peligrosa y que ello dependían de mi.

-Nosotros hemos existido siempre, somos muchas especies de seres mágicos, cada uno con unas cualidades distintas, varias especies, cada una con un número de seres, los seres más importantes, simplemente las más poderosas, encontramos los magos, las hadas y por último los angeles oscuros malignos, encargados del desequilibrio del mundo, y muy poderosos luego los ángeles claros bondadosos se encargan del equilibrio y igual de poderosos . Estas dos últimas son las más poderosas, y solo queda uno en el mundo.- Contaba mi abuela hasta que la interrumpí.

-¿Pero si hay dos tipos de angeles como solo va a quedar uno?- Pregunté, les creía todo comenzaba a tener sentido, mis pensamientos fueron interrumpidos  por mi abuela.

-A eso vamos Ángela, el último ángel oscuro y el último angel claros, están juntos en un mismo ser, están juntos en ti. Por eso el signo del yin y el yan, el bien y el mal. ¿Entiendes Ángela? Eres el equilibrio y el desequilibrio, el bien el mal, nuestra salvación y a la vez nuestra perdición, eres peligrosa y a la vez eres nuestra última esperanza.. Finalizo mi abuela.

No podía decir nada, simplemente no podía reaccionar, todo comenzaba a tener sentido, mis entrenamientos, mis poderes, mis bulto negro y mi bulto blanco en la espalda, mis repentinos cambios de humor, todo.

-Vale, entiendo, no sé que decir, sospechaba que era especial, pero no tanto. ¿Ahora que tengo que hacer? ¿Y si el lado oscuro gana al bueno? Sería un desequilibrio si cualquiera de los dos ganase.-Tenía que razonar.

-Ahí tienes razón, por eso mismo, tienes que conseguir un equilibrio entre los dos lados, a veces tiene que liderar el lado oscuro y a veces el lado claro.-Dijo mi madre, oh bien, primera vez que hablaba.

-¿Y ahora qué tengo que hacer, como haré?- Pregunté.

-Tu abuela te entrenará, ¿Estas preparada?- Dijo un amigo de mi abuela.

-Preparada.-Añadí con una sonrisa decidida y triunfante.