Verano

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En una ciudad cerca de una montaña, en el hemisferio Norte, vive Matías. Tiene dieciocho años de edad y su pasión por la música es sorprendente. Estudia en el segundo año de bachillerato, y su novia Sasha cursa el último año de básica superior. 

Su historia es bastante sencilla, se conocieron en el colegio, y tras largas conversaciones en persona que se complementaban con largas conversaciones en Facebook, consiguieron un lazo muy fuerte.

Ambos disfrutaban los mismos gustos musicales y tenían experiencias similares.

Así comenzó su historia y su estación, básicamente de amor.

Era el último día de clases para Matías, su despertador ya sonó y Matías no despertaba, su madre preocupada acudió a su habitación y lo despertó, él con notable pereza, abrió los ojos y se dispuso a levantarse pues en el colegio le esperaba la ilusión de estar con Sasha y pedirle que sea su novia.

Se levantó de la cama de un salto y entró a la ducha, mientras se bañaba, él pensaba las palabras que iba a decirle a Sasha, pues era el último día de clases y no sabía si el debía esperar al siguiente año de bachillerato para verla.

Así terminó de alistarse para el colegio y fue directo a tomar su desayuno, donde su madre preguntó:

-¿Tienes alguna materia en suspensión?

-No, desde hoy en la tarde estoy libre.

Su madre muy orgullosa, despidió a Matías quien había tomado el último bus al colegio.

En el trayecto, todos sus amigos de bus estaban muy contentos y ansiosos por las vacaciones:

-¿Qué piensas hacer en tus vacaciones Matías? - Preguntó Julia, su mejor amiga

-Pienso seguir con mi banda y realizar algo de ejercicio que me estoy volviendo muy sedentario. - Respondió Matías.

Al llegar al colegio todos estaban con la emoción del último día, incluso los que habían suspendido materias. Todo el día transcurrió muy rápido, todos los maestros y autoridades desearon a los alumnos unas buenas vacaciones.

Matías se despidió de todos sus amigos con un abrazo y unas palabras. Pero no encontró a Sasha, la buscó con la mirada por todos lados y no la encontró. Al salir, la buscó en el bus que la llevaba a casa:

-Sasha, mmm hola, te estuve buscando todo el día, pues tenía algo que decirte. -dijo Matías

-Ooh, lo siento, suspendí una materia y no estaba de humor. -respondió Sasha.

-Lo siento mucho, pero si quieres hablamos en otro momento. -dijo Matías. 

-No te preocupes, dime. -respondió Sasha.

-Solo quería decirte que tengas unas lindas vacaciones y que te voy a extrañar. -dijo Matías. 

-Gracias Matías igualmente.

Y se despidieron con un beso en la mejilla. 

Matías un poco triste, partió a casa.

Al llegar, abrió su cuenta de Facebook y tenía varios mensajes, uno de ellos era de Sasha:

"Matías realmente me alegraste el día, no le había contado a nadie de mi suspensión y confío mucho en ti, espero nos volvamos a ver en las vacaciones."

Matías muy emocionado, siguió la conversación y le preguntó cuándo debía ir al colegio, rápidamente concretaron una cita y Matías sabía que era la oportunidad para decirle todo lo que sentía por ella.

Llegó el día de la cita y Matías se despertó muy ansioso, su madre preguntó:

-¿A dónde vas tan apresurado muchacho?

-Debo encontrarme con alguien, voy al colegio.-respondió el

Salió de casa, con su maleta, dentro de ella se encontraba un detalle muy especial, eran chocolates para Sasha, pues estaba dispuesto a declararle su amor hacía ella.

Llegó la hora, y ambos se encontraron. Fueron a un parque cercano donde se sentaron y charlaron por un largo tiempo, comenzaron a jugar como dos niños, entre tanto juego y revolcarse por el césped, se detuvieron y se miraron a los ojos, ambos sintieron que debían besarse, y así lo hicieron. Su primer beso como novios fue tan espontáneo que ninguno se imaginó que iba a suceder de esa manera. Matías tomó su maleta y sacó los chocolates:

-Toma, sé que no son tus favoritos pero te gustan.

-Muchas gracias Matías, no debías molestarte.

-Entonces, Sasha ¿Quieres ser mi novia?

-Que mis besos te lo digan-respondió Sasha.

Y volvieron a unir sus labios. Sasha miró el reloj y vio que ya no le quedaba tiempo, se despidió de Matías y partió a su casa.

Matías durante el viaje de vuelta a casa, paso pensando en lo que había sucedido. Estaba tan feliz que tampoco le importaba la hora que era. Al llegar a casa su madre le recordó que tenía varias tareas en el hogar pendientes, y él con una sonrisa de enamorado las realizó sin reprochar.

Así pasaron el verano, viéndose en aquel parque que no era la primera pareja que frecuentaba ese lugar. 

Un día Matías fue a casa de Sasha, a escondidas de su madre y hermano, ambos entraron a su cuarto. Comenzaron a besarse como dos locos y todo parecía ir a un ritmo acelerado, el calor de verano los abrigaba y el calor que emitían sus cuerpos era suficiente. Sasha comenzó a desprender de su cuerpo la camiseta a Matías, y él realizó lo mismo, ambos con el torso desnudo, sabían que ya no era un juego de niños y que estaban yendo a un paso acelerado, pero la pasión los inundó que no les importaba, hasta que en un momento, a Sasha se le pasó una idea por la cabeza y se detuvo y preguntó a Matías:

-¡Para! ¿Tienes protección? 

-No, pero nunca tuve en mente tener sexo contigo.-respondió Matías

Rápidamente Sasha entendió la verdadera intención que tenía Matías y le dio un beso pasional.

Al terminar lo sucedido Matías le explicó a Sasha:

-Yo no quiero tener sexo contigo porque te quiero y te respeto mucho, eres muy importante para mí y no quiero que después te atormente el pensamiento que solo te quiero para hacerlo.

Al escuchar esto a Sasha se le inundaron los ojos de lágrimas, lo abrazo y dijo:

-Nadie nunca me ha dicho eso, a pesar de que soy virgen, mi primer novio solo me quería para besarme y tener sexo.-dijo Sasha mientras agachaba la cabeza. 

Matías levantó su cabeza y mirándola a los ojos le dijo:

-Eres hermosa, te adoro y te quiero como nunca he querido a nadie.

Ambos se miraron y se dieron un beso prolongado. Esa tarde su vínculo se fortaleció.

Llegó su primer aniversario y sucedió algo que para Matías fue muy impresionante, pero no fue bueno. Sasha no fue al lugar que quedaron y Matías entristeció, fue a su casa y tenía un mensaje en Facebook, lo abrió y era de ella:

"Perdóname por no decirte antes pero mi madre no me dejó ir si no iba con mi hermano, y el ya sabe sobre ti, así que se negó a acompañarme, se que estarás molesto y que vas a terminarme, créeme estoy llorando mientras escribo esto, tienes una razón suficiente para terminar con lo nuestro, pero por favor perdóname."

Matías algo triste y molesto al mismo tiempo decidió no responder al instante, dentro de un tiempo lo hizo:

"No pienso terminar contigo, se perfectamente como es tu familia y por cosas insignificantes no voy a dejar de quererte, realmente me dolió pero la vida continúa, te quiero hermosa mía."

Sasha rápidamente abrió el mensaje y en sus ojos claros, un brillo apareció, estaba comenzando a enamorarse, como nunca lo hizo, de él.

Pasaron los días y el verano se terminaba, ambos debían regresar al colegio, Matías a su último año de bachillerato y Sasha a su primer año de bachillerato.

Estaciones de amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora