A-n-o-r-e-x-i-a

88 3 0
                                    

Anorexia. Esa palabra llevaba rondándome en la cabeza desde que me desperté ayer en el hospital. Mi madre aparece por la puerta y sus ojos se llenan de lágrimas.

-Mi niña-dice entre sollozos-¿Qué tal has dormido?-

-Bien, gracias. ¿Cuánto tiempo ha pasado?-digo.

-Dos días desde que llegamos-me dice.

-¿Cómo puedo ser anoréxica, mamá?-

-No lo sé mi vida, no lo sé... Si quieres llamo al médico para que te diga tu diagnostico-

-Sí, por favor-

La veo salir de la habitación y reprimo un grito. ¿Y si lo sabe? No puede enterarse de que me corto, no puede enterarse de que ha criado a un ángel. Entonces oigo a alguien decirle a mi madre:

-Señora, su hija padece  un trastorno psicológico, además hemos encontrado cortes en sus piernas y brazos. Creemos que es debido a una depresión pero no estamos seguros-

-No sé cómo lo ha podido hacer. Siempre ha tenido la libertad total y ha hecho lo que ha querido-dice mi madre. Entonces me levanto y voy hasta donde están mi madre y el médico.

-Ése es el problema-digo-nunca te has preocupado por mí-

-Mi amor, no digas eso. Sabes que te quiero con locura. Siempre pensé que lo mejor era que vivieras tu vida-

-Pero necesitaba un apoyo, alguien a quien contarle todo, alguien en quien confiar... Y mira en lo que se ha convertido tu niñita mimada; me doy asco, soy anoréxica, con problemas mentales y, para rematar, una suicida-ella ya lloraba pero yo seguia-No sabes el dolor que me causa esta vida, quiero volver, volver con ellos...-

-¿Volver con quién, María?-Me pregunta el doctor interrumpiéndome, que hasta ahora había estado callado.

-Con mi familia, volver a casa-Entonces hecho a correr, riendo, hasta la ventana, en la que me subo y susurro, entre lágrimas:

-Soy un ángel-y salto.

ÁngelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora