Capitulo 6 (Parte II)

9.6K 671 19
                                    

- Pero qué coño haces aquí?

Isabella abrió rápidamente los ojos para encontrarse con la persona dueña de esa voz inconfundible. Frente a ella Matt tenía los ojos muy abiertos, el ceño fruncido y una expresión de furia. A Isabella le temblaron las piernas y las palabras no le salieron de la garganta, no podía elaborar una sola oración correcta. Él estaba ahí.

- Y bien? - Matt cruzó los brazos por encima de su pecho y adoptó una postura de impaciencia- Joder, le dije a Fire que no te perdiera de vista. Qué imbécil

Isabella parpadeó. Ella lo había esperado toda la noche, y él sabía que ella estaba ahí y no se había presentado? Y ordena al amigo que no la pierda de vista? De repente la ira corrió por su cuerpo y nubló su vista

- Sabías qué estaba aquí y no te dio la cara para presentarte? - Se paró para dejar se apoyarse en el lava manos. Su ira crecía y necesitaba cualquier valentía posible, aunque igualmente él le sacaba dos cabezas. Su vestido había que quedado por sus muslos al levantarse y eso no fue pasado encima por Matt, que dirigió su mirada a sus piernas para luego ir a sus pechos que asomaban aplastados del escote del vestido negro pidiendo a gritos ser liberados

- Por qué coño iba a ir?

- Te estuve esperando toda la maldita noche y no apareciste. Me dejé manosear por un estúpido y me dices que estuviste aquí toda la maldita noche?

- Qué. hiciste. qué? - La fulminó con la mirada

- Vete al infierno - Isabella lo corrió con el brazo y abrió la puerta

- Para qué me querías ver Isabella? Las cosas quedaron muy claras la otra noche - Preguntó cuando ella estaba debajo del marco de la puerta. Se giró lentamente sospesando si era la mejor idea decirlo, si él la iba a volver a rechazar... pero no había llegado hasta acá para echarse atrás

- Para acostarme contigo, imbécil - Pronuncio las palabras entre dientes y algo en los ojos de Matt brilló

- Hace años que no hago trabajos de caridad para jovencitas necesitadas - Esas palabras ardieron en el pecho de Isabella, que decidió empezar a alejarse por el pasillo.

- Sabes qué? Me quedó claro esta vez. Quédate tranquilo que esta joven necesitada va a buscar su obra de caridad en otro hombre con pelotas suficientes para estar con una mujer

Matt gruñó. Isabella empezó a caminar por el pasillo para dirigirse a la pista. Cuando Matt gritó

- No te vas a acostar con nadie de mi puto bar - Su bar? Muchas incógnitas surgían en la cabeza de Isabella sobre la vida de Matt. Lo escuchó acercarse con zancadas largas y rápidas, pero antes de poder acelerar el paso, Matt la tomó por el brazo y la giró

- Joder Isabella, qué maldita cosa quieres de mi?

- Quiero acostarme contigo - Isabella soltó las palabras como si fuera lo más fácil del mundo. Matt reflejaba impaciencia, confusión y excitación en sus ojos. Como Matt no contestó, Isabella prosiguió

- Corrección. Quiero follar contigo, de vez en cuando, sin nada emocional. Tú me lo propusiste

- Eso fue hace años. Pasaron. cinco. malditos. años.

- Bueno pues, ahora lo quiero. Lo tomas o lo dejas, pero hoy me acuesto o contigo o con alguien y ni siquiera tú lo puedes impedir

Matt entrecerró los ojos. Desde que la había visto había hecho un esfuerzo sobre humano por no abalanzarse sobre ella, por tocar sus labios con los suyos y la había evitado esta noche, esté no era un sitio para ella. Isabella no sabía lo que sucedía allí. De repente el deseo y la nostalgia hicieron brecha en las defensas de Matt. Él se acercó lentamente a ella, que estaba dándole la espalda para irse. No había contestado y para ella eso fue más que un rechazo, y fue el definitivo.

- No deberías estar aquí... Lo que sucede no es para una chica como tú - su aliento rozaba el oído de Isabella y ella no podía sentirse más necesitada

- Ya no soy más esa chica. Tú me lo propusiste, no veo por qué ahora no podría ser - M pareció dudar un instante pero luego de unos segundos susurró en su oído

- Entonces ven - aplastó su pecho contra la espalda de ella y su culo quedó completamente tocando su creciente excitación. Sus manos estaban en sus caderas mientras las hacia subir y bajar lentamente. Isabella se sentía enferma - Pero después no salgas llorando - Ella tragó fuerte y asintió. El único que iba a salir llorando era él. Matt dudó un instante mientras tomaba su mano y la dirigía a la salida trasera. No sabía que estaba sucediendo, que era lo que estaba haciendo, era un completo error... Solo tenía la sensación de estar dirigiéndose al infierno y esta vez no había retorno

***

¡DOBLE CAPÍTULO! GRACIAS A TODAS POR LEER

¡REGALAME UN VOTO!

Oscuros Deseos (SD #1)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora