Ocaso 29

Capítulo 2 "Tensión en el rascacielos"

Narra Marie Dior, una psicoterapéuta nativa de Francia, la cuál ha tenido que tratar con pacientes bastante complicados.
Era un 3 de enero, hacia -12°c, y, Marie Dior fue a tomarse un café a la cafetería Ocaso 29, ya que ahí había quedado con Eugene, pero otro caso bastante urgente le impidió que pudiera acudir.
-Señorita Marie, ¿Quiere el café de siempre?- Dijo Bob
-Si, porfavor- respondió Marie
-¿Y Eugene?¿No os habíais citado aquí?- Preguntó Bob
-Si, pero un caso de fraude ha hecho que no pueda acudir. Dice que es bastante urgente.
-¡Aquí tiene su café!- Exclamó Bob
-♪Estoy, loco, loco, de amor, suicida enamorado♪- Cantaba el artista en el bar
-Hablando de suicidas, ¿te importa que te cuente una historia?- Preguntó Marie
-No, total, no hay nadie más...-Dijo Bob
-Era un 7 de noviembre, lo recuerdo como si fuera ayer. Estaba en una reunión, en el Loxus, el rascacielos más alto de New York. Cuando me comunicaron que un oficinista se quería suicidar, decía que quería reunirse con los Monjes del Crepúsculo, que según el, iban con capucha y túnica negra, y llevaban antorchas. Se ve que no estaba bien psicológicamente, y yo, aunque no fuera mi paciente, no iba a permitir que un hombre muriera por problemas psicológicos. Así que automáticamente paré la reunión, ya que era la jefa, y ordené a 2 de mis empleados que compraran mantas negras finas, a 3 de ellos que cojieran antorchas que tenían en su casa por si se iba la luz, y a 4 de mis empleados que intentarán comunicarse con el afectado, y preguntar cosas sobre esos monjes. A lo que llegaron a la media hora, con las antorchas y las mantas negras, no tenía noticias sobre si se había suicidado, ya que no había cobertura en la punta. Rápidamente hicimos como unos 6 panchos negros, y cortamos agujeros para ver en unos gorros que había en la oficina, regalo de un cliente. Luego encendimos las antorchas, ya casi en la puerta de la azotea, y, con la incertidumbre de si seguía vivo o no, decidimos abrir. Él, al ver a "Los Monjes del Crepúsculo" viniendo hacia el, decidió atender a razones, le comunicamos que tenía que seguirnos, lo llevamos al hospital de salud mental, creyendo él que iba al Monasterio del Crepúsculo. El hombre se enfadó, ya que le mentimos, pero hace 1 semana he recibido noticias de que ya está casi rehabilitado psicológicamente.
-¡Madre mía lo que tienes que ver tú Marie!- Dijo asombrado Bob
-Ya, es un trabajo un poco especialito- Dijo Marie riéndose.
-Bueno, me tengo que ir, ¡Hasta pronto!- Dijo Marie
-¡Adiós!- Exclamó Bob
FIN