kpop one shot's.

please, stay healty. | renjun.

Siempre me gustaba llegar temprano a las clases, para tener unos minutos de paz. Pues en cuanto empezaban a llegar todos mis compañeros se formaba un alboroto general.

También había un segundo motivo esta vez: había faltado a clases más de dos días.

Y sentía qué así me tomarían menos en cuenta.

La profesora me observó y enseguida se acercó a mí, justamente en ese entonces entraron Haechan, Jeno, Mark, JaeMin y RenJun.

— ¿A qué se deben los cuatro días con faltas injustificadas? —me preguntó la señora, la observé unos segundos y luego agaché la mirada a mis manos—.

— No estoy pasando unas noches muy buenas... —respondí en bajo—.

— ¿Qué excusa es esa? —me reprimió, noté un nudo en mi garganta—.

— N-no le estoy mintiendo, sabe qué yo nunca falto. —comenté, era muy sensible y sabía qué si seguía reprimiéndome iba a llorar—.

— Exactamente, y me parece increíble qué no asista por una tontería cómo esa. Esto tendrá consecuencias ___. —agarré la tela de mi falda y tragué saliva, iba a llorar y no quería hacer el ridículo frente a la ya mitad de la clase— dígame la razón verdadera.

Tomé aire y volví a tragar saliva, cálmate, no seas tan idiota e infantil.

— E-es la razón real, no duermo bien y apenas como. E-estoy teniendo mareos debido a eso. —hablé, esta vez más alto, igualmente estaba ridiculizándome ya qué mis ganas de sollozar eran claramente notorias—.

Notaba todas las miradas en mí, y eso me hacía sentir peor.

— Vaya al baño y cálmese, tendré esta conversación con sus padres. —me levanté lo más rápido qué pude y abandoné el aula al instante, no sin antes darle una mirada a RenJun, el cual me miraba con preocupación—.

Fui hasta el aseo y eché agua en mi cara, hice la forma de un cuenco con mis palmas y tomé un poco de agua, para tratar deshacer el nudo de mi garganta.

No sabía qué me ocurría aquella semana, mi motivación andaba baja, no comía apenas y las noches eran interminables para mí.

Cuando noté qué el nudo de mi garganta ya se deshizo suspiré, ya estaba bastante bien. Pero me daba algo de vergüenza volver.

Tomé valor y fui de nuevo a mi clase, abrí la puerta, sintiendo, de nuevo, todas las miradas en mí.

Fui hasta mi asiento y lo eché un poco para atrás, quería estar sola.

Comencé a hacer cómo qué escribía pero realmente estaba muy cansada y no tenía ganas.

Unas tres horas interminables pasaron y sonó el timbre de descanso, solían quedarse muy pocas personas en el salón. Noté qué varias sillas se juntaban a mi pupitre y alcé la mirada, mis amigos.

— ¿Qué ocurre? —comentó JaeMin tomando mis manos, él era cómo mi hermano—.

Negué— Ni yo lo sé.

Mark suspiró y me hizo observarlo.

— ¿Cuándo comiste por última vez y qué?

Observé su cara seria, sabía qué todos estaban preocupados por mi y eso no me gustaba.

— Llevo tres días comiendo solo unas galletas.

— ¿Qué?, no puedes hacer eso. —reprimió Jeno, y todos asintieron—.

Solamente me libré de la mano de Mark.

Todos se levantaron, excepto RenJun— Vamos a buscarte comida.

Ni pude negarme, enseguida se fueron.

RenJun tomó el asiento de JaeMin, el que estaba justo frente a mí.

— Oye... no sabes lo preocupado qué estuve por ti. —murmuró con una leve mueca—.

— No tienes porqué RenJunie. —respondí, poniéndome a su lado para apoyarme en su hombro, lo necesitaba—.

Noté cómo tomaba una bocanada de aire.

— No comprendes... —musitó casi inaudible, le notaba triste ante mi respuesta. Llevé mi mirada a él y simplemente apartó la vista, relamiendo sus labios— solo... por favor, mantente saludable.

— lo haré, pero, explícame. —respondí—.

— M-me gust- —sabía exactamente qué iba a decir, y mi corazón se aceleró de un momento a otro. Pero los chicos le interrumpieron—.

— Ya estamos. —dejaron la comida en mi pupitre y tomé algo para comenzar a comer. Más mi mente estaba en otra cosa, ¿Le gustaba a Renjun? Él me gustaba desde qué le conocí, pero siempre pensé qué me veía cómo una hermana o algo así—.

Pero sin duda alguna, aquello hizo que el resto de mi día lo pasara sonriendo.