Llegue a mi destino.
Ella continuo en el tren.
Realmente era el ser más bello que había visto.La arquitectura y los museos eran grandiosos. Me ayudaban a darme un panorama del lugar en el que me encontraba y en lo felíz que era así. Solo. Sin nadie más que yo mismo.
Extrañaba a mis compañeros, pero tambien extrañaba estar solo y ser feliz conmigo.La comida era exquisita, no había nada de malo en el lugar en el que me encontraba. Todo era paz y tranquilidad. Hasta que la volví a ver.
Si no fuera un ingenuo, pensaría que el destino quiere que me vuelva a cruzar en su camino. Quiero hacerlo. Pero me detengo. Detrás de ella hay un chico que la abraza muy afectuosamente. No quiero verla. Quiero apartar mis ojos de ella, pero mis ojos no reaccionan a las indicaciones que manda mi cerebro. No puedo detenerme de verlos, a los dos. Juntos.
Ella voltea a verme y se soprende un poco de la gran coincidencia que se acaba de desencadenar en estos momentos. Sonríe. Es una de las risas más bonitas que he visto. Sonrío para devolverle el acto.
El chico voltea y nos ve. Siento una incomodidad cuando le dice algo al oído y enseguida se retira de su lado. A ella no parece importarle en absoluto que él se haya ido, sigue manteniendo contacto visual conmigo y eso en parte me gusta mucho. Hace que baje mi mirada y ría para mis adentros. Cuando alzo la mirada ella inclina brevemente su cabeza en señal de despedida y se retira de ahí, en busca del chico que la había abrazado.
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Camino ➡ Kim NamJoon
KurzgeschichtenDescuida los errores, descuida lo que el mundo quiere ver. Solo sé tú. Ese ser único e inimaginable. Él único capaz de cambiar la realidad de mis pensamientos y mi forma de ver el mundo. Habló de tí, bello ser que lees esto. Ayudame a que sientas cu...