-Yo creo que es un caso de libro. Se trata de una amnesia episódica, que solo afecta a la memoria a corto plazo. Recuerda su infancia, a su madre, su aldea, sus hermanos... pero no se acuerda de su vida después de haber llegado a Europa -afirmó el doctor Moretti.
-Combinada con paramnesia -puntualizó el doctor Giuliano.
-Creación de falsos recuerdos -prosiguió su colega -Cierto, puesto que los recuerdos que guarda de su vida en África no son reales.
-Doctores, a mí se me había ocurrido que podría ser uno de esos casos de cambio de dimensión, ¿saben ustedes? Como en esa serie de Netflix. Un hecho paranormal que no tiene explicación científica.
-Se le ocurren a usted demasiadas cosas, enfermera. Mejor será que vaya a comprobar el estado del paciente de la 305 y se deje de chácharas paranormales.
La enfermera se fue de mala gana a hacer lo que le pedía el doctor. Los dos colegas la miraron distraídamente alejarse por el pasillo.
-En una cosa hay que darle la razón a la chica. Este tipo de casos parecen más de ciencia ficción que otra cosa. Y sin embargo, hay pacientes paramnésicos que creen haber vivido una vida de ficción paralela a la real, que no logran recordar.
-Y sin embargo, su caso no es tan extraño. Este hombre se crió en Abiyán, una ciudad industrializada, con alto índice de criminalidad y más de 5 millones de habitantes. Y sin embargo sus recuerdos son de una aldea perdida, cabras, mujeres que van a buscar agua al río y vuelven cargando los recipientes sobre la cabeza...
-Una infancia idílica en el corazón de África. Es más que evidente que se ha apropiado de los recuerdos robados de alguna película donde sale el África negra que nosotros en Europa queremos ver.
-Bueno, no todo es tan idílico en África, doctores. Esos documentales de los niños con los ojos llenos de moscas... -intervino la enfermera, que se había detenido en el pasillo a escucharlos.
-¡Enfermera! ¿Quiere dedicarse usted a sus labores? Estamos tratando un asunto serio.
-Puede que la enfermera tenga razón, después de todo -comentó el doctor Giuliano mientras ella se iba por el pasillo, esta vez de verdad -Este señor ha recreado en su mente una serie de paisajes costumbristas africanos. Probablemente sea una pantalla que ha creado su mente para ocultar la verdadera realidad que le ha tocado vivir.
-¿"Paisajes costumbristas africanos" versus niños con moscas en los ojos? Ahora hablas como nuestros colegas de la planta de psiquiatría, Luciano.
-Quizás no niños con moscas, pero otro tipo de realidad que no le guste recordar. Al parecer este tío obtuvo la residencia como exiliado. Su país estaba en guerra a principios de siglo. En fin, entre eso y el proceso de la solicitud de asilo aquí en Italia, normal que no quiera recordar nada de toda esa historia.
-Son historias que a nosotros nos quedan muy lejos, Luciano. Aquí solo hay que ver a un paciente con amnesia episódica combinada con paramnesia, esperemos que temporal. Y lo demás, dejemos que lo traten el psiquiatra y el neurólogo.
-Sí, eso es cierto. ¿Hace una cerveza después del turno?
-Por supuesto. ¿Dónde?
Los dos médicos caminaron con paso tranquilo hacia la salida. Había sido un turno duro. Y después de unos minutos, ya se les había olvidado la historia del ivoriano que decía ser Ibou Ndiaye. A fin de cuentas, le habían salvado del traumatismo y le habían recuperado del coma. Todo lo demás era accesorio.
YOU ARE READING
Identidades perdidas
General FictionUna anciana demente, un inmigrante africano y una mujer sin techo. Entre ellos no hay nada en común, excepto su pérdida de identidad y el trato condescendiente que reciben los seres marginales. Su pasado, sus recuerdos y sus orígenes no tienen derec...