¡POR FAVOR VOTEN ME HARÍAN MUY FELIZ!
-¿Piensas tomar mi orden o qué?- no podía ser que mi día empezara con este idiota de nuevo. Había más restaurantes en la zona ¿Por qué justamente este? Coloque un menú frente él sin siquiera ser amable, prácticamente voló sobre su cara. Desearía que de verdad hubiera volado sobre su rostro. Jamás me había pasado esto en los últimos 2 años, nadie había sido tan grosero. Golpeaba mi lápiz en la mesa mientras esperaba a que se decidiera. Agudos gritos se escuchaban en las últimas mesas debido a la cantidad de niños que estaban sobre ellas, felicidad reflejada en sus rostros. Si volteabas a ver a la derecha, justo frente a mí, el rostro más serio y frio que jamás habrías podido ver estaba justo frente a mí. Bueno, a mí tampoco me agradaban tanto los gritos.
Comensales nuevos empezaban a llenar más mesas, mientras este asno se decidía iría por otras mesas, luego las personas se quejaban con Elsa, y todo recaía sobre mí pero, piensen ¿A quién rayos se le ocurre solo contratar una mesera para un trabajo de medio tiempo y dos cocineros? Si alguien era tacaña era Elsa, la apreciaba demasiado –a pesar de convencerme en trabajar en un lugar tan ridículo- pero tenía que ser sincera en como ella era. Amaba algunos días de la semana, cuando nadie se asomaba, observaba a las pocas personas y reía de las diferentes muecas que hacían al comer. Tal vez no era lo única que lo hacía, siempre me encontraba observando a los demás preguntándome qué se sentirá estar en su lugar, luego recuerdo lo genial que es estar en mi lugar, literalmente.
Aún recuerdo mi primer día, estaba tan emocionada que trabaje 4 horas extras. Para ese entonces no llegaban los días de mucho trabajo en la universidad. La universidad. Rayos, solo quería terminar con todo y al final poder tomar una merecidas vacaciones, desaparecer por un buen tiempo, que nadie supiera en donde me encontraba –aunque nadie nunca sabe dónde estoy- mi falta de comunicación es muy grande, pero me gusta estar así todo el tiempo.
Comencé a dar media vuelta cuando algo me paro bruscamente, su voz.
-¿Cuál es el especial del día?- Alguien pégueme antes de que lo queme con los ojos. Pose mi mano pesadamente sobre el menú señalando el gran rotulo con letras negras que indicaba el especial del día ¿Acaso no podía leer? ¿O lo hacía para sacarme de mis casillas? Su cara sería me hacía pensar en que no podía leer, su cabello se miraba sucio, que desagradable. Llevaba los mismos zapatos, su estilo era el mismo de hace dos días, mismos jeans.
Asqueroso.
Solo quería alejarme, jamás había sido grosera con los comensales, mucho menos cuando sé que puede traer propina, pero él simplemente era diferente.
Ni una amigable sonrisa.
Ninguna señal de emoción en su rostro. Nada.
Sus manos, sus uñas, al menos estaban limpias, utilizaba demasiados anillos. No estaba casado, eso se notaba, sonreí en mi interior, ¿Quién querría salir con él?
Se quedó pensando por más tiempo, decidí retomar mi camino hacia las otras mesas, hasta que escuche su voz de nuevo.
-¿Qué me recomiendas?- rodé mis ojos y contuve mi aire antes de dar la media vuelta de nuevo recosté mi mano sobre la mesa y me encogí de hombros, él cogía con sus dedos sus labios, chico dime que labial traes puesto, sus labios eran extremadamente rosados ¿Será gay?. No pude evitar una sonrisa en mi rostro al imaginarlo untándose labial. Mi semblante serio regreso al notar que sus ojos seguían en mi rostro esperando por mi respuesta. Resople de nuevo. Señale rápidamente mi dedo a cualquier parte del menú, ni siquiera yo sabía lo que había señalado. Él volteo su rostro al menú para pasar de nuevo a mí. Dudo de nuevo al final de un minuto pronuncio:
-Tráeme lo de siempre- ¿Lo de siempre? ¿Acaso no pensaría que era mi primer día luego de unas vacaciones y que jamás lo había visto en mi vida? No, él no parecía un chico inteligente. Tome el menú y al llegar al otro lado del mostrador le señale a con mi cabeza al chico, Fred –el cocinero- entendió rápidamente, al parecer no era cliente nuevo. Atendí a las nuevas personas, caminaba rápidamente a través del salón. Los zapatos más incomodos sobre mis pies me hacían doler, y no estaba usando calcetas, vaya que horror, estaban sudando.
-Aurora- gritó Fred, voltee rápidamente para recoger otra bandeja llena de platos, mis piernas comenzaban a cansarse, y comenzaba a sudar, la camisa con media manga junto con la gorra no ayudaban en nada ¿Gorra en un restaurante?, entregué todas las órdenes, pero quedaba una, nadie había pedido esto.
Regrese donde Fred podía divisarme, alcé el plato con cejas en alto con la duda en la cara, el movió su cabeza en dirección al rizado, tenía que ser, deje el plato junto con su soda. Estaba casi tragándose su teléfono celular con la mirada mientras movía su pierna constantemente haciéndola chocar contra el suelo.
Mi cabello comenzaba a soltarse poco a poco, se pegaba a mi cara debido a la pequeña capa de sudor, el aire se encontraba en su nivel más bajo, la noche era fría, pero yo estaba a punto de derretirme.
Coloqué su comida haciendo pasar su atención a está.
- Yo tomo mi refresco sin hielo- ¿Pero qué? El ni siquiera ordeno algo, jamás había tratado mal a alguien en este local, insisto, siempre hay una primera vez, esto iría a mi cuenta, tome el vaso que contenía el refresco, llegue detrás de la barra, me puse de cuclillas, saque un nuevo vaso fingiendo llenarlo con una nueva soda, baje de cuclillas de nuevo y retire todos los hielos con mi mano, limpie el borde de este y regrese a la mesa, sin mirar de nuevo atrás me retire.
Al llegar al otro lado de la barra me encontré con Fred sentado en una silla, dando vueltas esperando por su hora de salida. Sus ojos se achinaron acusándome con la mirada, coloqué mi dedo índice en mis labios en señal de silencio mientras sonreía. Fred solía trabajar aquí desde hace mucho, todos lo amaban, incluso si jamás habían hablado con él, peor su comida era perfecta- si es que tu propósito era llevar una vida no saludable- entonces deberías amarlo.
Arrasé con toda la barra limpiando cualquier mancha, incluso las sillas y parte de la cocina, platos, vasos, cubiertos, hasta que Fred se ofreció ya que “estaba aburrido de hacer nada”, haciéndome llenarlo de alabanzas, él siempre solía ser muy amable. Mis manos temblaban de tanto esfuerzo, quería largarme, me incline sobre la barra cubriendo mi rostro, tratando de dormir- aunque sé que jamás lo lograría- mis ojos ardían.
Llaves sonaron al final del pasillo de los baños, Elsa salió de su santuario –oficina- era su hora de salida si es que se le podía llamar así, ella ni siquiera vigilaba, ni siquiera contaba el dinero, lo cual era bueno, a veces, podía tomar dinero si necesitaba comprar algo fuera de mi alcance, aunque sabía que si se lo pedía ella amablemente me lo daría, se despidió de Fred y beso mi frente con un sonoro beso, sentí su mirada al instante en que ella se alejó, mi mirada se dirigió en su dirección, una sonrisa burlona estaba dibujada en sus labios.
Quería meterle la comida en su boca a la fuerza, baje mi cabeza mientras imaginaba que lo hacía haciendo puños en mis manos, mis mejillas se calentaron haciéndome notar lo sonrojada que estaba, nadie podía verme, gracias al cielo.
No era una persona muy sociable, jamás hablaba, tal vez por eso era demasiado ¿sensible? Jamás me importo estar sola, a menos que todos tengan su pareja en un nuevo proyecto y toque hacerlo todo sola. Estaba acostumbrada.
Escuchando la música vieja de fondo del ya muerto restaurante levante mi cabeza observando cada mínimo detalle mientras comía algo de tomate que sobraba de las infinitas hamburguesas hechas cada día, más de una mirada de odio lanzada a uno de los pocos comensales en el lugar.
Veinte minutos después, el restaurante quedaba casi vacío, casi. Camine hacía la puerta colocando el rotulo “Cerrado”. El chico llamo con su mano, pago la cuenta mientras yo colocaba todo en una bandeja, pero antes de retirarme su mano cogió mi brazo. Su mano era demasiado fría. Sus ojos haciendo contacto con los míos, ambos con semblante serio.
-Sabes, a las personas no les gusta que husmees en su comida-
ESTÁS LEYENDO
Silent Love
FanfictionDesearía que pudieras escuchar todas las palabras que temo decir. __________________ ♡Portada por @h0tstuffx (twitter) todos los créditos a ella♡