La casa del campo

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Estaba ahí, plantado de pie con unas rosas en las manos.

Le miré de arriba a abajo comprobando que realmente era él.

Me entró un ataque de risa y se empezó a poner rojo.

La situación era un poco subrealista porque yo seguía encerrada en la habitación del hospital por su culpa pero al mismo tiempo él estaba allí por mi culpa.

- Bueno, es que pensaba que a lo mejor con unas rosas me perdonarías... Enserio, lo siento mu...

- No pasa nada, gracias. - Dije cortándole. - Además, no fue tu culpa que aquel imbécil me empujara.

Me estubo contando cosas sobre su vida antes de entrar a la universidad. Había estado viviendo en muchos lugares, uno de ellos era Málaga. Le encantaba la gente de allí y el clima aunque prefería los días de lluvia. De pequeño salía por el campo mientras llovía y se quedaba tumbado disfrutando de la naturaleza.

A mi, me gustaba también salir a la naturaleza aunque no me gustaba la lluvia, prefería más el sol.

Su vida no había sido sencilla. Para empezar, sus padres no le apoyaban en el mundo de la música y que por eso nunca se ha sentido apoyado en ese sentido hasta que conoció a Roi y los demás.

Había estado tocando en el metro de Madrid y trabajaba en una ONG.

Realmente tenía más sentimientos de lo que dejaba ver a la gente, no sé si por miedo a que le hiciesen daño o es que es así por naturaleza.

- Pues a ver cuando me llevas a Galicia que nunca he ido y tengo ganas.

- Cuando quieras, tengo una casa en el campo. ¡Podemos montar todos una fiesta!

- Dios, ¡sí por favor! Ya que no hemos podido irnos hoy de fiesta por todo esto...

- Noemí me dijo que la semana que viene tendríamos descanso porque iban a hacer unos arreglos en la universidad, algo de cámaras o así, no me acuerdo, bueno el caso es que podemos ir la semana que viene.

- Genial, ¡qué guay!

Al final, de tanto hablar me quedé dormida.

Por la mañana llegó el médico y me dieron el alta, pero ahí seguía él acompañandome.

Como todavía me dolía un poco la cabeza me ayudó a recoger un par de cosas que me habían traído y me llevó en coche q casa.

- Muchas gracias por todo. - Le dije con una sonrisa que no se me había quitado en todo el día.

- Faltaría más jajaja, nos vemos el Lunes todos en el aeropuerto.

Me despedí y llegué a mi apartamento. Estaba reventada de todo lo que me había ocurrido en tan poco tiempo.

Llamé a mis padres para decirles lo que había pasado y que estaba bien.

Y así sin darme cuenta, pasó el fin de semana.

Lunes 8:30

Tendría que estar en el aeropuerto a las 9 y todavía me faltan cosas por ordenar antes de irme, para el tema de la limpieza no he salido a mi madre la verdad...

Llamé a un taxi y llegué justa de tiempo.

Allí estaban todos con las maletas preparados para la mayor fiesta que hayamos hecho en nuestra vida.

Cuando me acerco me doy cuenta de que hay alguien que no es de nuestra clase, es una chica alta y morena. Está hablando con Cepeda muy animadamente.

Se me caen las gafas de sol al suelo y justo cuando levanto la mirada sé que es más que una amiga.

Es ella.

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⏰ Última actualización: Apr 30, 2018 ⏰

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"Somos Tan Blanditos Que..." ~Aiteda~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora