Opuestos 2

El corazón de la tempestad

Desde hace tres días que Veigar no aparece, tres días que estoy sin él. Estoy muy preocupado, podría haberse sucedido algo.

-Teemo, deberías descansar, llevas casi dos días buscándole sin parar-

-No puedo, Trist, tengo que encontrarle, y-y si le ha pasado algo, y-y si está herido o algo peor...- Mi propia voz me era extraña, como si no fuera mía.

-Todo el mundo le está buscando, no conseguirás nada si caes desmayado por agotamiento- Su preocupación se refleja en el rostro.

-No puedo, simplemente no puedo quedarme aquí con los brazos cruzados mientras a Veigar le...

-¡Teemo! Relájate, es Veigar, él puede cuidarse de sí mismo-

Note como algo caliente surcó mis sonrojadas mejillas, lágrimas, lágrimas de impotencia, de rabia y tristeza.

Varios pensamientos pasaron por mi mente, unos más descabellados que otros, pero todos posibles.

-¿Y si se ha cansado de estar conmigo y se ha marchado sin decirme nada?-

-Teemo, eso jamás ocurriría. Él te ama de verdad-

Ya no pude contenerme más y solté más lagrimas sobre el hombro de la artillera.
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-Teemo, deberías salir y que te dé un poco el sol-

La voz de Tristana sonó a través de la puerta de mi casa. Sin motivación alguna me levante del sofá y me acerque a la puerta mientras apartaba la basura que hacía semanas que se había acumulado.

-Ya era hora, no has...- No término la frase, seguramente al ver el desorden en la que se encuentra la casa.

-¿¡Que te ha pasado Teemo!?- ¿Yo que?- Te ves horrible, apestas y parece que estés viviendo en un vertedero-

Todo lo que ha dicho es verdad, pero no tengo ganas de cuidarme.

-Mira, sé que lo que le pasó a Veigar fue un golpe duro para ti, pero no puedes dejar que eso decida tu vida-

No me quedan lágrimas que llorar, no me queda ni una sola. Estoy seco.

-No puedes seguir así, y yo te voy a ayudar a superarlo-

¿Para qué? Veigar no está, no está el amor de mi vida. ¿Para qué levantarse de la cama cada día si no está esa persona que amas y que te dice "buenos días, ¿qué tal dormiste?"-

-Puede que no estés de acuerdo conmigo, pero, voy hacerte feliz-

¿Feliz? ¿Para qué quiero ser feliz si no puedo compartir esa felicidad con nadie? Solo quiero que Veigar vuelva.

Solo le quiero a él.
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-Chicos, hay que hacer algo, Teemo no ha salido de casa desde hace un mes-

-¿Y que sugieres que hagamos? Te recuerdo que todo esto es por culpa de Veigar, si esa rata negra no hubiese desaparecido nada de esto estaría pasando-

-No sabemos lo que le ocurrió a Veigar para desaparecer así, lo único que podemos hacer es buscarle hasta que le encontremos-

-Tristana, llevamos un mes y medio buscándole y no hay rastro alguno de su paradero-

-¿Y qué sugieres que hagamos cerebrito?-

-Mi nombre es Heimerdinger, el más ilustre científico e inventor yordle, y sugiero que intentemos hacer que Teemo olvide a Veigar-

-No creo que eso funcione, se nota que Teemo le tiene mucho aprecio al mago como para olvidarse de él así por las buenas-

-En eso tiene razón la artillera-

Todos los yordles asintieron de acuerdo con Tristana, incluso yo-

-Pues tendremos que hacer que se enamore de otro yordle-

-¿Y de quien se supone que se va a ofrecer para enamorarlo?- Toda la sala volteo a mirarme- Ohh, no eso sí que no, no estoy dispuesto a hacerle eso a un amigo-

-Oh, vamos, no tienes nada que perder, aparte, estás soltero y eres bi, no veo ningún problema-

-El que sea bi no quiere decir que me guste ir enamorando a mis amigos así porque sí, no quiero hacerle más daño del que ya ha sufrido-

-No lo mires así, piensa que le estas salvando de él mismo, como siga así acabara haciéndose daño, o peor-

-Brr... Está bien, pero solo porque me preocupa Teemo- No soporto la idea de jugar con sus sentimientos, pero como la cosa siga así solo empeorará.

-Sabía que aceptarías, eres el mejor Kennen-

-Pero esto no resuelve que Veigar siga desaparecido-

-No podemos hacer más del que ya hemos hecho-

Un incómodo silencio se formó en la sala, el cual fue interrumpido por mí.

-Pues si me disculpáis, tengo que ir a ver a Teemo-

-Uhh, no te tardas en ir a verle- El tono burlón de Ziggs me molestó un poco.

-Pues no, sigue siendo mi amigo, y estoy preocupado por el-

Me levante de la silla y salí de aquella casa tan concurrida de yordles.

La casa de Tristana suele ser grande y espaciosa, pero cuando se llena de yordles, se vuelve angustiosa estar ahí metido.

Por suerte la casa del explorador queda a una hora, la mala noticia, está oscureciendo.

Tendré que darme prisa si no quiero que llegar de noche.

Para matar el tiempo me puse a pensar en lo que ha ocurrido este último mes y medio.

Veigar desaparece misteriosamente, Teemo cae en depresión al no encontrarle, el clan Kinkou me envía a Bandle a buscarlo por petición de la ciudad...

Llego a la puerta del explorador, está a punto de anochecer y se puede divisar nubes de tormenta en el horizonte.

Y ahora tengo que conquistar a uno de mis mejores amigos solo para que este no cometa una locura.

Necesito unas vacaciones...