Afuera de una oficina se encontraba una multitud de mujeres. La razón, Jeon jungkook cabello azabache, ojos negros y penetrantes, cuerpo fornido y brazos musculosos el sueño de toda mujer y el porque muchas babean.
Al salir de su oficina se encontró con aquella multitud.
Las mujeres gritaban cosas como:
¿Tienes novia?!!!, Me gustas!!, Casate conmigo!!
Ante lo último Jungkook grito que se callaran haciendo que las chicas quedarán estupefactas.
—Yo ya estoy casado con alguien que amo así que no me vuelvan a molestar— dijo levantando la mano y dejando ver un anillo de oro que confirmaba sus palabras.
Todas las chicas se fueron con la cabeza gacha y decepcionadas.
Mmh no sabía que estabas casado—dijo un rubio detrás de él —Namjoon, no sabía que estabas aquí , sí, estoy casado, todo bien con Jin? —preguntó el azabache.
—No, sigue enojado por olvidar nuestro aniversario y me saco de la casa— contestó el rubio con desconsuelo.
–Ven, acompañame a un bar por unos tragos— comentó Namjoon agarrando del brazo al menor.
—No puedo, hoy es el cumpleaños de mi esposo— comentó guardando sus cosas.
—Mejor! Paso a conocerlo y lo celebramos juntos para despejarme –dijo Namjoon sin notar el cambio en el semblante de Jungkook.
—Está bien... —contestó resignado ante la emoción de su superior —Y... ¿cómo es? Cuéntame — intentó sacar conversa, el menor era de muy pocas palabras.
—Él....es castaño, sus ojos color miel contrastan junto a su piel canela, su sonrisa rectangular ilumina donde sea que esté, es amable, no juzga a nadie y es muy tierno, él es la única persona que me ha hecho amar— sus ojos negros brillaron en la noche luego de describir a su amado. Namjoon lo notó, incluso una persona ciega podría notarlo, él amor que sentía por su esposo era tan hermoso a los ojos del contrario que se conmovió por tan puros sentimientos.
En el camino pasaron retirando el pastel que tenía reservado Jungkook, chocolate, el favorito de su amor.Al llegar, Namjoon se sintió ansioso, el conocer al famoso castañito, sin siquiera conocerlo, al eschucar sólo la descripción que dio Jungkook de él fue suficiente para que le agarra cariño.
Entraron y el azabache fue directo a la cocina colocando la comida en un floreado y elegante plato al igual que una rebanada del exquisito pastel.
El mayor permaneció desconcertado en la entrada, dejando su maletin en la puerta entró, ¿Dónde estaba el castaño?
Vio al menor dirigirse a la sala y lo siguió, se quedó recostado en el marco de la puerta observando cada movimiento del contrario, una parte de él lo hizo quedarse callado en su lugar.
Lo vio colocar los platos en un pequeño altar y encender un incienso.
El rubio más confundido se acercó con cautela, en aquel altar había una foto...
Y en aquella foto había un chico con las mismas características con el que el azabache describió a su esposo.
Aquel chico tenía una sonrisa realmente dulce, tan brillante, tan pura.
En la mano del chico de la foto pudo observar un pequeño anillo que brillaba al igual que el de Jungkook.
En ese momento entendió todo.
Observó al menor arrodillado frente al altar y se agachó quedando al costado de este.
Lo miro con pena, Jungkook tenía los ojos rojos y acuosos.
—Y-yo re-realmente lo extraño, lo a-amo como no tienes idea—dijo el menor apretando sus labios y su pantalón con sus manos temblorosas.
Tragó con fuerza e hizo contacto visual con el rubio, aquella mirada que el menor le dio duró tan sólo un segundo pero dolió como miles de lanzas siendo enterradas en su corazón.
Entonces se derrumbó, comenzó a llorar cual niño pequeño abandonado.
Agarro la foto y comenzó a abrazarla mientras rogaba a llantos que Dios se lo regrese, que le devuelva su razón de ser, su pequeño amor.
Aquella escena destrozó al rubio que lo miraba ya con lágrimas en los ojos.
Sus sollozos e imploros lo rompían.
Lo abrazo para consolarlo sintiendo como su hombro se humedecia por las lágrimas del azabache restándole total importancia.
Lo abrazo tanto, con tanto fervor que quedó ajeno al tiempo, con el menor hipando entre sus brazos, siendo prisionero del cansancio y el sueño junto al dolor quedando totalmente dormido.
Una manta cubriendo ahora su cuerpo y un hombre que permanecía sentado frente al altar era la única escena de aquella fría madrugada.
—Hola, sabes es un gusto conocerte, vine con ese propósito y fue una gran coincidencia que hoy haya sido tu cumpleaños—Namjoon se acomodó en su lugar carraspeando su garganta.
—Feliz cumpleaños por cierto—soltó un sonoro suspiro— Jungkook me ha hablado de ti, él te ama bastante, sus ojitos brillan cuando lo hace—sonrió— aunque supongo que tú ya lo sabias—.
Se levantó acomodando su traje y dándole una última mirada al menor que yacía dormido en el sillón, antes de salir inclinó levemente la cabeza ante el altar—espero que nos volvamos a encontrar.
Caminó en medio de la oscuridad de las calles hasta llegar a su ya conocida morada, entró evitando hacer ruido con las llaves mientras dejaba a un lado sus cosas.
Entró a la habitación encontrándose con el peligrosa quien acababa de despertar.
Lo abrazó sin darle tiempo a reaccionar—Jin realmente lo siento, lamento olvidar tan importante fecha, no quiero que me dejes—dijo mientras sollozaba.
El pelirosa se conmovió y le devolvió el abrazo cariñosamente —yo jamás te dejaría, te amo demasiado—fue lo último que escuchó el rubio antes de caer dormido, el también estaba agotado.
Jin sonrió viendo a su amado de manera tan linda, secó las lagrimas del rostro del rubio y lo arropó para luego acomodarse y dormir junto a él.
A la mañana siguiente el rubio observó como el menor rechazaba como siempre a las mujeres que se le acercaban buscando algo con él.
Y en cuanto ellas se alejaban este miraba el anillo en su mano dándole un pequeño beso con una sonrisa.
Namjoon desde lo lejos solo sonrió con cariño ante tal muestra de cariño dejándolo ser.
Fin~~~♡
Hola~~~~
Espero les guste mi historia
Bye ~~~~♡♡♡
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kookv- casado (oneshort)
Fiksi PenggemarJungkook empresario, lo único que se necesita para que tenga a cientos detrás de él, pero sólo hay un inconveniente, él está casado ☆kookv menciones ☆namjin