Lazos de amor

Capítulo 2: Descontrol.

Capítulo 2: Descontrol.

Era de madrugada en la ciudad de Saltadilla...
Una jovencita de cabellera anaranjada se encontraba durmiendo tranquilamente hasta que una sensación extraña la despierta.
Ella comenzó a moverse un poco mientras buscaba despertarse del todo.

Ella se sienta pero al intentar apoyar su mano en su almohada nota que no se encontraba allí, sino que ella se encontraba "flotando" unos metros más arriba de su cama.

-¿¡AHHH!?- Gritó sorprendida, pero después se tapó la boca con ambas manos para no despertar a su familia.

-¿Qué hago?- Se preguntó a sí misma en un susurro intentando calmar su nerviosismo.

Ella se estiró donde su cama y sujetándose fuertemente de las sábanas consiguió recostarse en dichosa cama.

Liberando un suspiro e intentando que sus piernas no se eleven, cerró sus ojos.

La mama de la jovencita de cabellera naranja, entró repentinamente a la habitación de dicha jovencita sorprendiendo la.

-Momoko ¿Estás bien?- Preguntó la madre de la jovencita prendiendo la luz de la habitación.

-¡¡Si!! Solo me caí de la cama- Respondió la jovencita Momoko con una sonrisa nerviosa.

La madre de Momoko apagó la luz de la habitación y cerró la puerta.
Apenas la madre de la joven Momoko se fue, esta suspiro aliviada, sintió un alivio enorme, cual no duro mucho tiempo.

Esta salió impulsada de su cama estrellándose contra la pared...
-AhhAhh- Gritó bajito mientras que buscaba levantarse.

Cuando la joven Momoko logra pararse su cuerpo empieza a elevarse al punto de quedar recostada en el techo de su habitación.

Momoko decide buscar su móvil, moviendo sus brazos como si fuera un pájaro, hasta llegar a su mesita de luz, agarrando su móvil le escribió un mensaje a sus padres:
"Papá, mamá hoy me voy antes a la escuela, los veo después de la escuela".

Después de escribir el mensaje y enviarlo, suspiró y en voz baja dijo:
-Desearía teletransporme al laboratorio del Profesor Utonio- Momoko después de eso cerró sus ojos, al momento abrió sus ojos al sentir un golpe y el piso frío.

Cuando Momoko abrió sus ojos vio a un niño de cabellera negra y en pillama.

-Hola Ken- Saludó Momoko como si nada al niño que parecía no entender lo que estaba viendo.

-¿¡MOMOKO!?- Preguntó exaltado el niño Ken.

-¿Cómo llegue hasta aquí?- Se preguntó a sí misma Momoko.

De pronto se siente un fuerte golpe en el techo, el cual se rompió.

-¡¡¡AHHHHHH!!!- Gritaron Momoko y Ken al mismo tiempo.
Aquello que rompió el techo dejando un importante hueco, se encontraba tirado en una esquina cerca de las computadoras del profesor.

-¡¡Kaoru!!- Gritaron Momoko y Ken al ver a la chica tirada en dicha esquina.

-¡¡Guau!! ¡No sabía que podía hacer eso!- Gritó emocionada la jovencita de cabellera azabache, mientras que Momoko y Ken la miraban fijamente con una expresión de asombro y a la vez temor.

-¡¡NO!!- Gritó Ken al ver el techo de su querido laboratorio.

Unos segundos después todos los presentes se alargaron al escuchar un montón de voces desde fuera del laboratorio. Los tres se quedaron mirándo fijamente la puerta del laboratorio. Esas miradas impacientes se calmaron al ver entrar a una jovencita de cabellera rubia, que aparentemente se la ve cansada.