Un sombrero en Bohemia

Capítulo 2 - El sombrero

Amanecía en las calles de Bohemia, el frio de la noche se tornaba en fresco, el rocío brillaba con los primeros rayos del sol, las flores se embellecian, los pájaros cantaban era la típica mañana de Bohemia.

- Buenos dias, señora. Le tengo preparado ya el desayuno.

- Shhhhhh... No despiertes a mi prometido.

- Es extraño que no lo llames marido si os casais dentro de dos semanas.

- Las cosas pueden cambiar. - dijo entre risas disimuladas.

- Tiene la conferencia pronto, apresurese, el taxi vendrá pronto.

Ya en el taxi.

- Bien, recuerde que debe hablar sobre el origen de los materiales. - dijo el secretario de la empresa Hats & Accessories Inc.

- Si, ya se, y de la mano de obra. - dijo Zdenka.

- Aquí tiene los informes, vaya preparándose.

Finalizada la conferencia

- ¡Zdenka!

- ¡¿Milko?!, ¿que haces aquí?

- Cuando me dijiste tu nombre me sonaba de algo y cuando recordé a Zdenka Novák la hija de el gerente de Hats & Accessories Inc. pero no pensé que fueras ella, es decir, tú, hasta que te vi en un anuncio de un autobús y me enteré de que dabas esta conferencia y vine para darte esto.

Milko le da una caja cilíndrica

- ¿Que es esto?

- Abrelo y lo verás

- Es... ¡es un sombrero!

- Se que no es un sombrero alemán como el otro pero...

- Me encanta aunque... es irónico que me regales un sombrero a mi, la futura gerente de una empresa de sombreros y accesorios. - dijo Zdenka.

- Jajajajajaja, cierto ¿quieres dar un paseo por el Cěský kas?

- Si, es mi parque favorito.

Milko se acercó a ella con intención de besarla, y cuando se acerco a sus labios ella también los acercó, hasta que se besaron.

- Que hago, voy a casarme - dijo Zdenka

- ¿No estabas casada ya?

- Si, no, te mentí, cuando te vi pensé que eras un fresco y así es, aún por encima que lo sabes, me tientas.

- Y tu te dejaste, tu también tienes parte de culpa.

- Ya pero, ¡¡hum!! déjame, no quiero volver a verte.

- Zdenka, toma - grito Milko mientras extendía un papel.

- ¿Que es?

- Mi dirección

- Cerdo - dijo Zdenka

La mente de Zdenka decía una cosa pero su corazón pensaba algo totalmente diferente y por esa razón cogió la dirección.

Zdenka se fue a casa

- ¿Que tal, señora?

- Bien... mal... no se estoy hecha un lío.

- ¿Y eso?

- ¿Te acuerdas de el chico que te hablé, Milko?

- Si

- Pues hoy me besó, ¡en la boca!

- ¡Como...! ¿pero, como?

- Ese... imbécil me tento, con su pelo y sus ojos azules, su cara de... perfección, fue... Ahh...

- ¿Entonces?

- Entonces, ¿que?

- ¿Estas enamorada?

- Claro que si, pero de mi futuro marido.

- Jajajaja, con su permiso, el cerebro nunca reina en el corazón.

- Pero...

- Haz lo que te diga el corazón.

- Yo...