Parte 3

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Los días pasaron y la madre de Blanca Nieves cada vez iba enfermando más. No hace falta decir quién había sido la causante de esta enfermedad. Blanca estaba profundamente loca y lo único que quería era atención. Si había alguien por el camino, fuera quien fuera, desaparecería. 

Unas pocas semanas después, la desgracia se produjo en ese castillo. La madre de Blanca había muerto. Blanca, aunque estuviera feliz por ser la mujer del castillo, sentía algo de pena. Al fin y al cabo, era su madre. Este echo volvió más loca a la niña. 

Blanca salía todas las tardes hacía el bosque, para hablar con sus amigos. De tantas veces que pasó, se hizo amiga de los animales y todo. Los animales no le hablaban, pero ella en su cerebro, compartía conversaciones con ellos. 

Su padre, alarmado por la situación, pensó que la mejor idea era que Blanca Nieves tuviera la presencia de una madre a su lado. Ya no sabía que más hacer, así que decidió casarse con la tía de Blanca, una persona dulce y cariñosa. 

Como era de esperar, a Blanca no le gustó para nada la idea. Pero nada, de nada. 

El cuento al revés.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora