Protegeme |Aguslina-Adaptada| Hot

Capítulo 3

Agustin se levantó de la cama. Aún no entendía como las patas no se habían roto después de la cabalgata que Cande le había dado. Por lo menos él se había podido desahogar. Y ella se había corrido como mínimo seis veces.

Fue a buscar algo para beber, una cerveza, champagne frio...cuando vio el portátil.

-Mierda-se quejó.-me olvide de vigilar a Carolina.

Ya eran las cinco de la tarde y el centro de masajes debería estar abierto.
En cambio, había policías por todos lados. La rubia secretaria de la mañana lloraba desconsolada, hablando con un inspector.

-¡Mierda¡-no veía a Carolina por ningún sitio.

Ella era la involucrada, le había pasado algo. Y por una puta distracción, la había perdido. No podía dejar que la policía se encargara de este caso.

Echó la cámara un par de horas atrás y vio que Donovan estaba allí de nuevo.

-Te tengo.-murmuró sonriendo y dando un trago a su bebida-. Se dónde vives Donovan, te vas a cagar.-dijo para sí mismo. Cande lo rodeó por atrás
.
-Vuelve a la cama conmigo...-dijo dejándole un rastro de besos por el hombro.-vamos...

-No, tengo trabajo.-Agustin se puso los pantalones y el jersey. Volvió a agarrar las botas y una AK 47 que guardaba en su almacén privado.

-Agustin...

-Te dije que no. Metete los dedos o busca a otro de la oficina-ladeó Agustin-. Tengo trabajo y sí Carolina muere será por mí culpa...por distraerme. Así que me voy.-salió dando un portazo y dejó a la excitante chica en medio de su salón, desnuda.

-¡Mierda!-murmuró. Agarró su teléfono y marcó rápidamente a alguien.-estate atento, va para alla, no lo he podido detener.-corto la llamada, sonriendo.

-Hay...Agustin...que pena que no hayamos podido disfrutar más...eres un amante demasiado bueno para terminar muriendo de esta manera tan ordinaria.-fua hacia la habitación de Agustin y empezó a vestirse, dispuesta a marcharse, habiendo terminado con su trabajo.

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-¿Dónde te escondes pedazo de hijo de puta?-dijo Agustin tirando la puerta al suelo-. Sal si no quieres que te despelleje vivo, animal.
Se escucharon unos tiros, rozando su sien. Agustin se agachó, rodando hasta que estuvo cubierto por un sofá. Sus ojos se adaptaron a la oscuridad.

-Sabes de lo que soy capaz, idiota. Dame a la chica y nadie saldrá herido.-aunque a eso no se lo creía ni él mismo.

-Deja que lo piense.-dijo irónico; aunque era lo único que Agustin quería: Que hablara. Ya lo había localizado, y Carolina no estaba con él.

-No.

-Demasiado tarde.-rac rac...preciosa AK 47, se preparó y empezó a disparar sin cesar justo en el sitio en el que Donovan se escondía. Después, silencio.
Agustin se levantó lentamente y fue a donde estaba el cuerpo tendido de Donovan. Lo movió con el pie. Pero de pronto sintió una punzada.

-Muere como un buen hombre, cabrón-Agustin le disparó a carne viva-. No vale hacerse el muerto.-rió, asegurándose de que Donovan ahora si estaba completamente muerto.

Se agachó para quitarse el cuchillo que le había clavado en el muslo.

-Ahh...-lo lanzó junto a Donovan-hijo de perra, otra cicatriz por tu culpa.-encendió una luz y observó la casa. Vio una escalera; subió con cuidado, asegurandose de que no hubiera más agentes de aquella mafía rusa, como Donovan. Tiró la primera puerta al suelo. Nadie, nada.

-Mmmh...- se dirigió hacia la habitación de donde provenía. Abrió la puerta y se encontró con Carolina semidesnuda, atada y amordazada en una silla.

-Oh, no.-Agustin sonrió, negando con la cabeza-. Que chico más malo, no sabe que esto no se le hace a una mujer.

-¡Desátame, joder!-fue lo primero que dijo.- ¿Quién eres? Espera...yo te conozco.-Agustin alzó una ceja, divertido.- esta mañana te he atendido...¡Oh dios mío, estoy rodeada de locos!

-Muñeca, cállate si no quieres que te amordaze denuevo. Yo soy de los buenos.

-Ya claro, ¿Y cómo lo sé yo, a eso? Pensaba que Alex...-no tuvo tiempo de terminar, pues Agustin la amordazó de nuevo. La desató de la silla, pero no le desató las manos ni los pies.

-Mejor prevenir que lamentar. Estás más guapa quietecita y calladita.-la cargó en su fuerte hombro hasta su Lamborghini negro.