La claustrofobia {del latín claustrum (cerrado) y el griego φόβος, (fobia, miedo)} es un trastorno de la ansiedad que se caracteriza por un miedo intenso a situaciones relacionadas con espacios cerrados. Se estima que entre un 8 y un 6% de la población general padece de claustrofobia, originada generalmente por haber vivido una experiencia desagradable en un espacio cerrado.
Sin embargo, en algunos individuos basta con el visionado de una película en donde el protagonista vive un encierro o situación claustrofóbica que nos haya impresionado o generado una gran sensación de inquietud, o incluso que nos hayan contado un caso de este tipo que le pasó a otra persona, para que se cree ese vínculo que deriva más adelante en este trastorno.
La claustrofobia incluye dos componentes:
Miedo a la restricción. Es decir, al confinamiento, ya que los espacios cerrados pueden suponer una limitación de movimientos, la persona manifiesta "sentirse atrapada".
Miedo al ahogo. La persona manifiesta una sensación de falta de aire, de asfixia.
La persona claustrofobica no tiene miedo al espacio cerrado en sí mismo, sino a las posibles consecuencias negativas de estar en ese lugar, como quedarse encerrado para siempre o la asfixia por creer que no hay suficiente aire en ese lugar.
Estas personas suelen buscar automática y compulsivamente por las salidas cuando se está en un cuarto o sentirse temeroso si las puertas están cerradas.
Los síntomas de este trastorno pueden incluir aquellos típicos de un ataque de pánico: sensación de falta de aire, sudoración, latidos acelerados, hiperventilación, temblores, aturdimiento o desmayos, náuseas, mareo, sensación de tener pavor, terror, pánico.
La claustrofobia puede influir bastante en la vida cotidiana de la persona, porque se puede dar en lugares comunes, por ejemplo: metro, bañera cerrada, ascensor, aviones, discotecas, conciertos, cine, ambulancias, y en casos extremos, hasta baños.
Recientes investigaciones han comprobado cómo las personas que sufren claustrofobia muestran alteraciones cognitivas a la hora de calcular y valorar el espacio que tiene delante, percibiéndose todo más pequeño y estrecho de lo que realmente es, lo que explicaría por qué se produce esta vivencia incluso en lugares grandes como pudieran ser un Jumbo o un cine. Esta alteración de la percepción facilita que pueda presentarse la reacción exagerada de esta fobia en casi cualquier espacio que no sea diáfano y abierto.
Muchas personas no buscan ayuda por que creen que esta fobia no tiene un tratamiento, pero si lo tiene.
El tratamiento a esta enfermedad suele ser el psicoanálisis o psicoterapia con el objetivo de vencer o controlar este miedo.
Si tienes esta enfermedad, busca ayuda, siempre hay una solución.
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Holaa
Bueno, como verán, empecé a hacer más extensa la información de lo que usualmente la hacia. Espero les haya gustado!
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Enfermedades mentales
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