Introducción
Todavía hay muchas desigualdades en el mundo, pero Marta, una chica valiente, lucha por la voz de las mujeres, contra todos los maltratadores.
Puede que nos torturen psicológicamente y físicamente, pero nunca nos conseguirán callar.
Historia
Érase una vez, una mujer decidida y luchadora, Marta.
Ella vivía en su casa junto a su marido.
Limpiaba la ropa, fregaba los platos, ... Cogió la fregona y comenzó a fregar. Nunca tenía tiempo de salir ni quedar con sus amigos. Tampoco tenía tiempo de sacarse una carrera. Ella tenía ganas de ser científica. Pero en aquella época estaba mal vistas a las mujeres científicas. Lo peor es que todo lo que hacia le parecía normal.
Pero no se sentía feliz limpiando y haciendo las tareas de la casa, mientras que su marido se sentaba y descansaba.
Allí estaba, tirado en el sofá y echándose una siesta. Marta resopló. No aguantaba más hacer eso. 5 minutos. Solo pedía 5 minutos. Ni eso.
Estaba la televisión encendida. Había una mujer denunciada por su propio marido por haber salido sin haber hecho la comida. Marta apagó la televisión. Miró a su pareja.
-¡Despierta! - Le gritó.
Pero él no oyó nada.
Al cabo de un rato se despertó. Tenía la fregona ahí. Pero Marta no estaba. Se levantó y vio una nota.
"Estoy harta de cómo me tratas. Me voy. Ya no vivo contigo. Necesito descansar de ti. "
Y sí, Marta se había ido. Y no tenía que hacerse pasar por un hombre para ir por la calle. Ni para estudiar ciencias. Puede que la hirieran, maltrataran y pegaran. A la gente le parecía normal. Pero a Marta no la iban a silenciar. Marta no se iba a callar nunca por ser una mujer.
Hoy en día, las mujeres pueden ir solas y estudiar ciencias. Marta era una de esas luchadoras. Pero quién lo iba a reconocer. Si es una mujer. A Marta no la silenciaron ni silenciarán. Ella fue maltratada por muchos medios por ser como es. Pero... ¿Por qué? Si todos somos iguales, tenemos los mismos derechos, aunque haya gente que no lo crea. Lo que no hay que hacer es callarse. Porque al gritar y hablar demostramos quiénes somos. Por eso nadie nos calla. Y me alegro mucho de ser una mujer.
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Nuestros errores
RandomTodavía hay muchas desigualdades en el mundo, pero existen diversas personas que luchan por cambiarlas. Este libro contiene relatos sobre personas que han luchado por demostrar quiénes son. He estado un tiempo sin escribir pero ya he vuelto, ahora...