Flores en vez de balas

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Introducción

Todavía hay muchas desigualdades en el mundo, pero Lía lucha por la libertad y los derechos de las personas y sus pertenencias.

Historia
Hace bastante tiempo, aquí, en España existía una familia en el sur de este país. Entre ellos estaba Lía, su hermano y sus padres.
Ya eran las 8:00 de la mañana, y Lía se despertó al oír un avión. Salió rápido a ver cómo era, ya que a ella le encanta los aviones.
Pero no era un avión cualquiera. Ese avión no le gustó a Lía ya que iba cargado de bombas a disparar.
Lía subió corriendo las escaleras e intento despertar a sus padres y a su hermano. Estos seguían durmiendo. Lía lloraba del miedo.
Se oyó una explosión. Todos se despertaron. Era en la casa del vecino.
Había caído una bomba.

Gotas aparecían cayendo de las caras de la familia. Su vecino estaba muerto.

Se oyeron más aviones por el cielo.
El padre y el hermano de Lía salieron corriendo a un refugio.

-Escúchame- Dijo la madre limpiándola las lágrimas- Pase lo que pase no te separes de nosotros. Te quiero muchísimo.

La niña asintió.

La madre fue corriendo con su padre y su hermano. Un avión pasaba. Lía les gritaba.

-¡Mamá! ¡No vayas ahí!
La madre no escuchaba, solo corría.
Una bomba cayó en el tejado. Una explosión se abrió dejando tres cadáveres.
La niña gritaba y lloraba.
Lía se levantó. Una tropa de militares se acercaban. Al lado de ellos, tenían cadáveres y presos. La chica se escondió en la casa. Paso por desapercibida.
Cuando se fueron se agacho y cogió una pistola. Quito las balas. Se acercó al descampado de al lado y cogió unas cuantas flores. Puso una en la pistola. Disparo hacia arriba varias flores.
La gente las miraba. Tres militares se acercaron y se rieron.
-Que quieres hacer con eso.
La niña los miro aterrorizada.
-Danos la pistola.
-No quiero.
Los militares se miraron entre ellos y seguidamente la miraron.
-¿Por qué hacéis esto?-dijo Lía.-¿No os da vergüenza? ¿No os da vergüenza matar a miles de personas y dejad huérfanos o muertos a algunos niños?
¿No os da vergüenza que camineis y os encontréis a gente llorar y gritar y ha gente muerta? ¿No os da vergüenza seguir ordenes y no depender de vosotros?
-¿No te da vergüenza hacer lo que estás haciendo?-dijo un militar.
- No. Porque yo estoy haciendo lo que tengo que hacer. Por mí misma. No me queda nada. Tengo que hacerlo. Porque quiero. Y porque lucho por mis derechos y los de el resto de personas. Adelante. Matádme. Sí eso es lo que vosotros queréis y os hace feliz adelante.

-No nos hace feliz hacedlo. Solo lo hacemos. Un hombre apuntó con la pistola y quitó la mirada. Pero el mensaje, su deber. Ella lo hizo. Y lo ha conseguido.
Además, Lía cumplió con su deber. Ella está junto a su familia.

Nuestros erroresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora