Ya ni hablamos / We don't talk anymore [JIKOOK]

Capítulo 5 [Dulce amistad]

[Jungkook]

No había palabras para decir, sus ojos se iluminaron reflejando la luz del sol, pero unas gotas de sus ojos salieron. Me acerqué a él para sacarle sus lágrimas , no tarde tanto en darme cuenta que ya tenía sus brazos en mi espalda.

— Te amo, Kookie —susurró, sentí que le costó expresarse ya que sus brazos se aferraron más a mi, mis pómulos no tardaron en tomar color puesto que mi mano tocó esta zona, antes de que soltase una palabra, Jimin se relajó cortando ese abrazo para poner sus manos en mi cuello. No sabía que pasaba, se acercó un poco hacia a mi al tal punto que respirábamos el mismo aire, no pude contener más, mi corazón iba muy acelerado, latiendo más rápido poniendo mis cachetes aún más rojos. Sonreía mientras se acercaba más a mi, mi respuesta fue cerrar los ojos, ya estaba totalmente listo para lo que me venía—.

De un momento a otro llegó Yoongi, separándonos bruscamente los dos, intenté respirar normal y ocultar mis nervios. Estábamos de espalda, Jimin y Yoongi por un lado y yo por otro, mientras me quedaba paralizado escuchaba pasos que provenían de atrás mio, sin duda era Yoongi. Quería pegarle a ese desgraciado por las cosas que le dijo a Jimin y hacerle imaginar cosas que no son verdaderas, más ganas me dieron de pegarle, junté mis puños pero al darme la vuelta no había  completamente nadie. Exhalé profundo, fue inútil venir aquí.

Al salir de aquel lugar me encontré a Tae jugando a las escondidas con unos niños que parecía que tenían unos 4 o 5 años de edad. Se veía tan feliz que no fui hacia él si no que me retiré hacia el lado de mi casa, quería estar solo y pensar lo que me dijo Jimin.

Conecté mi celular a los auriculares,para luego colocarlos en mis oídos. Al tocar "Música aleatoria" pude escuchar otra canción de Justin Biber, espero que no se note mi fanatismo con él, se trataba de "Sorry". No pude contenerme y empecé a bailar nuevamente como loco en la calle, pensando que estaba dentro de un concierto.  

A los 5 minutos, llegué a mi casa, me paré al frente de la puerta luego me sacudí mi remera, arreglé mi hermoso pelo y cuando estaba a punto de golpear hacia el umbral , escuché una voz muy familiar.

  — ¿Aquí vives?—se acerca hacia a mi el chico azúcar— Es muy linda tu mansión—sonrió—.

— Primero, no es una mansión tiene 2 plantas y segundo, ¿Qué haces aquí?— me acerqué hacia él, hablando en un tono bajo, no quería que Tae vea a mi niñera—.

— Te seguí, no quería que te vayas solo—alzó sus hombros— Soy como tu guardaespaldas—sonrió—.

— Tengo 16 años, Tae— bufé pero luego sonreí por su acción de seguirme, aunque sonara psicópata— Ya puedes irte, tus padres se preocuparían—dí media vuelta, dándole la espalda agarré las llaves de mi hogar para llevarlas a la cerradura—.

— No importa—rió, se acercó y me giró haciendo que mis ojos chocaran con los suyos— ¿Qué pasó con Jimin?—sin motivos lo empujé y salí fuera de mi cada arrastrando a Tae para que se vaya de una vez— Entiendo que no quieras hablar pero por lo menos dímelo

— No es un buen día, niño azúcar—ya estaba cansado de repetir el movimiento de agarrar mis llaves y llevarlos a la cerradura— Ya puedes irte ¿ok?—le dije cortante y luego de ver que asintió, cerré mi puerta y entré a mi casa—.

Al pasar del umbral, arrojé mi mochila hacia el sofá dejándome caer a mi también pensando en quien iba a confiar, dí vueltas y vueltas hasta que pensé en alguien que es perfecto para estas situaciones, nada mas y nada menos que Jin, su romance con Namjoon fue muy complicado para que llegue hasta donde está. Paré de girar y empecé a buscar mi teléfono para marcarle, busqué en mis bolsillos y en mi mochila, al encontrarlo marqué su número y comencé a llamarle. Primer llamado fallido, no contestaba, intenté nuevamente, segundo llamado tampoco había funcionado, ya perdía mis esperanzas en que mi conteste así que le mandé un mensaje.

Jungkook

— Necesito hablar rápido contigo  14:03         

Era tiempo de esperar, Jin es un familiar mio, nuestros padres son hermanos, es decir que somos primos, solamente que él es más grande que yo, tiene 21 años y tiene más experiencia de vida que yo, siempre mis dudas y mis problemas lo arreglo con él, esta conmigo en todos los momentos y la verdad lo quiero un montón pero desde que se mudó con Namjoon cortamos distancia.

Recién la hora marcaba 14:05, no pensé en otra cosa que tomar una ducha caliente y explotar mis ideas con mi relación con Jimin, subí hacia mi cuarto eligiendo que ponerme y cuando digo eligiendo es buscar mi pijama. Entré al baño cerré la puerta y me desnudé, entré a la ducha y comencé a imaginar cosas "¿Jimin gusta de mi?", "¿Está jugando conmigo?", "¿Fue un estúpido juego?","¿Quiere burlarse de mí? y así seguí durante unos 15 minutos.

— ¿Ya terminas?—golpearon la puerta— Tengo que ducharme yo también

— Ya acabo, espera un poco—le dije a la niñera—.

— Kuko, ¿sabes la razón por la cual lloraba esta mañana?—siguió hablando—.

— No, ¿Por qué era?—salí de la ducha— si se puede saber—agarré la toalla y la coloqué en mi cintura—.

— Bueno, un familiar mio falleció, y tengo que ir al funeral—coloqué mi pijama y mis pantuflas de conejo que me regaló ella misma—.

— Lo lamento mucho—abrí la puerta del baño— Tienes que saber que ahora está en un lugar mejor y muy feliz—empezó a derramar unas lágrimas y no pude no evitar abrazarla— Tranquila —Quedamos unos minutos así pero se separó—.

  — Estoy mejor, gracias—limpió una de sus lagrimas con su muñeca y yo limpié las lagrimas del lado opuesto—.

— No llores más, no te ves linda así—empezó a reír—.

— Bueno, lo que te quería decir es que este familiar vive muy lejos de aquí y tendré que irme unos días allí ¿te animas a quedarte sin mi?—una alegría por dentro pero intenté expresarme triste—.

— Será una nueva experiencia al no estar bajo control de alguien—puse una cara seria para disimular la felicidad que me apodera en todo el cuerpo—.

— En eso te equivocas, es obvio que alguien te va a estar cuidando—empezó a reír mientras mi felicidad extrema cambió a tristeza absoluta—.

— ¿Y ahora quien me va a cuidar?— crucé mis brazos mientras ella iba entrando al baño—. 

— Pues obvio que Jimin—La vida en serio me odiaba—.

— Puedo cuidarme solo—empecé a hacer berrinche—.

— No lo conseguirás Kuko—su risa se escuchaba tan alto que decidí irme a mi cuarto pensando como evitar al señor Park Jimin