Ya ni hablamos / We don't talk anymore [JIKOOK]

Capítulo 7 [Confusing love]

[Jungkook]

No recibí respuestas de aquella pregunta que había salido de mis labios, me sonrojé y mis manos empezaron a temblar.

- No tengo todo el día Jimin-traté de ocultar mis nervios sonando super seco, era medio notable que lo que menos quería era hablar con Jimin pero yo sabía que necesitaba escuchar su voz todo el día.

- Claro que no estoy enamorado de ti, ¿cómo sería capaz?-al oír eso, entendí que lo que menos quería, era verle ya que supuse que algo me ocultaba.

- Entonces me ocultas algo, es muy claro-pude escuchar un suspiro desde la otra linea del teléfono-.

- Jungkook, solamente olvida ese momento, como si no haya ocurrido nada-mi rabia dominaba mi alegría, no se porque sentí una sustancia picante rodeando por mi cuerpo, mi cerebro decía que le colgase pero mi corazón sabía que tenía que arreglar mi amistad. Mi corazón es muy pequeño y terminé colgándole la llamada.

Mi situación se hizo aun más rara, porque Jimin me dijo te amo y luego quiso besarme, y ahora porque me dice que olvide todo. Dejando mis leves sospechas de que su estúpido novio le esté mezclando sus verdaderos sentimientos y que se haya desasido del verdadero Park Jimin.

Mi celular vibró, lo que hizo que me saque de mis pensamientos, al prender mi celular, me fijé quien me envió un mensaje, fue el niño azúcar.

Me haría bien hablar con él, ya que necesitaba un amigo que me aconseje o que me distraiga. Pensar que hace pocas horas me enteré que Jimin andaba con alguien y la pase mal, no quería imaginarme cuando ya hayan pasado varias días, me imagino yo ahorcandome con un cinturón cada vez que lo veré a él y Yoongi.

Luego de las ideas que tuve, fui a mi armario a buscar algo cómodo de arriba, estaba entre una remera negra, con un escote con forma de V o una camisa suelta color blanca, sin dudarlo tanto elegí la camisa blanca. Por abajo no dude, me coloqué un jean y por mi pies mis típicos zapatos marrones que tanto me gustan. Agarré algo para comer en el camino, específicamente una barra de chocolate y agarré una de más para Tae. No vivía lejos de él, estaba a la otra esquina de la calle en la que se encontraba mi casa tan solo gastaba unos pocos segundos en llegar a su casa. Al llegar, toqué su puerta e inmediatamente me encontré con Tae, abriendo la entrada de su hogar,me quedé viéndole por varios minutos ya que me sorprendió la manera en la que estaba vestido, pantalones cuadrados blancos y negros, remera suelta color gris y unas pantuflas de conejos color rosa, su cara decia todo, acababa de despertarse

- Perdón por mi estado -se fregó los ojos-.

- ¿En serio te tomaste una siesta?-sus ojos parecían tristes y cansados- ¿Estas bien?

- Si, estoy bien -asintió con su cabeza- Pasa-se puso de costado dejándome un espacio para que entrase-.

- ¿Por qué querías que viniese a tu casa?-ya una ves dentro-.

- Me enteré que te peleaste con Jimin-puso una sonrisa para calmar un poco- Siéntate y ponte cómodo-lo obedecí y me senté en una de las sillas que se encontraba en la cocina-.

- ¿Cómo supiste lo mio con Jimin?-pregunté mirándolo, todavía tenia su cara de dormido con su cabello muy despeinado, se veía muy lindo-.

- Jimin es mi amigo, no olvides que él nos presentó-rió,quedé embobado por su sonrisa-¿Quieres jugo?-preguntó mientras yo seguía mirándole

- Ehm, claro -Asentí sin más- Gracias-le sonreí dulcemente-.

- No hay de que -devolvió la sonrisa que tenia desde hace rato-.

- Sabes, me serviría distraerme un poco -le dije mientras él me servia el jugo-.

- Es por ese motivo que te pedí que vinieses -afirmó luego de traerme la bebida, luego se sentó a mi lado en otra silla-.

- ¿Por qué haces todo esto por mí?,casi nunca nos hablamos, y de repente te llevas bien conmigo -clamé, mi voz se hizo un poco más gruesa de lo normal haciendo que Tae se asuste aunque ese no era mi objetivo-.

- No es momento de decir eso -estaba confundido, no entendía a que se refería ¿Quién más puede ocultarme otra cosa?-.

- ¿Qué no es momento de decir? No te vuelvas cobarde como aquel idiota. -me levanté de mi silla, gritándole en oído, pude escuchar como sollozaba- Oye perdón, no quería herirte -Un silencio incomodo apareció por el ambiente pero no por mucho tiempo ya que pude oír un leve "déjame solo", me sentí muy mal pero supe que era tiempo de irme. Sin nada más que decir empecé a caminar hacia la puerta pero me detuve, sabía que algo malo hice pero no sabia como arreglarlo- Te quiero-esperé una respuesta pero fue inútil el silencio nuevamente había invadido el ambiente, seguí caminando hacia la puerta y me fui de su casa.

Llantos comenzaron a salir a saber que estaba haciendo todo mal, no podía conmigo mismo, era momento de cambiar mi yo y abrirme a más persona y no querer a una sola , porque terminas lastimando a aquella persona y a ti mismo. Mientras seguía caminando algo empezó a tocar mi cabeza, era una mano sacudiendo mi cabeza.

- ¿Que haces aquí? -pude notar su voz cansada, estaba agitado- ¿Te acompaño?

- Mi casa queda cerca, ya lo sabes Jimin -me alejé un poco de él- te ves cansado

- Te perseguí, sé que saliste de la casa de Tae -sonrió pero supe que algo le pasaba ya que esa sonrisa no es la misma de siempre- ¿Puedo saber por qué estabas ahí?

- Claro que no -comencé a caminar con un ritmo acelerado-.

- ¿Por qué no? soy tu amigo -caminó conmigo al lado, abrazándome como hacia antes de conocer a Yoongi-.

- Ese es el problema, eres mi amigo -me alejé, dejando sus brazos colgando, su cara parecía no comprender lo que estaba pasando-.

- No te entiendo -llegamos a casa, mientras yo abría las llaves el me molestaba con algunos suaves golpes en mi espalda-.

- Yo tampoco entiendo nuestra amistad -cerré la puerta delante de su cara para que se de cuenta que no era un buen momento para hablar.