1x04: La niña

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Vuelvo a la mansión, escucho gritos desgarradores, junto con unas cadenas, proviene del sótano y es donde bajo para averiguar que está pasando. Damon, esta maltratado a alguien, intento ver mejor, me da igual a quien este intentando sacar información, pero la curiosidad me mata. Normalmente me llama para hacer estas cosas, no se porque no lo ha echo esta vez, consigo ver quién es. Al ver Klaus atado acuerdas de metal y sangrando por la boca, lo entiendo, y la furia recorre mi cuerpo.

— ¡Damon!— Se gira a verme. Klaus sonríe levemente, aparto a Damon, y cojo la cara del híbirdo, esta muy mal, aunque sus heridas ya empiezan a sanar. Le quito las cadenas, se queda de pie y le abofeteo.— ¡Por dejarme tirada!

— Te echaba demenos amor.— Sonríe. Maldita sonrisa que te derrite.

Voy hacia Damon.

— ¡No vuelvas a hacer una cosa así! ¡Olvídate de mi la próxima vez!- Le grito. Tengo ganas de arrancarle la cabeza maliciosa y hacerla pedacitos.

Me voy de allí, vuelvo al Mystic Grill, voy por la segunda botella.

— Hola amor...

— ¿Que quieres?— Vocalizo a duras penas

— Tenemos que hablar.— Frunzo el ceño.

— ¿De qué?— Cuestiono alzando las cejas.

— Aqui no.— Mira a su alrededor, siempre tan paranoico.

— ¿Entonces donde?

— Mi casa.

Vamos a su casa, mas bien mansion.Y de ahi a su habitación.

— ¿Que pasa?— Digo. Me giro, y lo tengo cerca, a milímetros, aparta mi pelo y me lo pone por detras de la oreja mientras acaricia mi mejilla dulcemente.— Klaus, enserio, en otro momento.

— Wow... Sarah Parker rechazando una oportunidad de sexo... Me he perdido mucho...

— Ya, Klaus. Estoy borracha, además, anoche ya tuve acción.

— ¿Damon?— Pregunta, aunque ya sabe la respuesta.

Ajá.

— La ultima vez te hizo mucho daño.— Me encojo de hombros.

— Lo se.

— ¿Entonces?

— Bueno... Supongo que me pasará como la última vez. Me romperá el corazón.— Le analizo la cara, es perfecto, sus rasgos, sus labios carnosos y rosados, sus ojos azules, su pelo y la leve barba que tiene.

— Y volverás conmigo.— Afirma, toqueteo los muebles y la decoración de la casa.

— Y luego me dejarás tirada en tu hermosa ciudad. ¿Sabes? Le he cogido asco a Nueva Orleans.— Escucho una risita de su parte.

— Te tengo que decir algo... Me estaba persiguiendo mi padre, ahora esta muerto, o eso creo. Hace un par de años tuve que volver a Nueva Orleans.

— ¿Que me interesa a mi eso?— Cuestiono.

— Sarah, escuchame, no solo era Nueva Orleans, la que estaba en problemas, si no... Que tengo...— Se demora.

— Joder, Klaus dilo ya.

— Tengo una hija.— Le miro alzando las cejas.

— Ya claro... ¿Algo más...?— Me analiza con la mirada.

— Sarah es verdad, tengo una hija.

— Estas medio muerto, no puedes tener hijos.

— Tu lo has dicho, medio muerto. Resulta que si puedo tener hijos, los licántropos pueden, y ella es lobo, por lo tanto es posible.

— Vale, muy bien ¿Y?

— Quiero que la conozcas.— Frunzo el ceño extrañada pero asiento.

Sale por la puerta, voy detras de él, observando el pasillo, llegamos a una puerta entornada, la abre, y allí esta, una niña de unos tres o cuatro años, y una chica.

— Hayley, ella es Sarah.— La chica, se levanta, se hacerca y me da la mano y me sonríe.

— Encanta, soy la madre de Hope.

Hope. Asi se llama la hija del asesino en serie de mil años.

Miro a Klaus, y asiente. Me acerco a la niña que esta jugando, me agacho y quedo a su altura. Por lo general, los niños, me gustan, soy muy monos y eso, pero, cuando los tienes que cuidar más de cinco minutos, ya no me gustan tanto.

— Hola— le digo. Levanta la mirada y me mira a los ojos. Es como si hubiera viajado por todos mis recuerdos, en tan solo un segundo. Miro a su padre, y a su madre, que nos observan tranquilamente.

— Hola, soy Hope— le sonrío.

— Sarah.

— ¿Eres amiga de papi?— Dice inocente.

— Se podria decir.

— ¿Eres una híbrida como mis papis?— Me giro, y solo veo a Klaus, le miro alzando las cejas.

— No, soy vampiro, ¿Y tu, que eres?

— Mis papis dicen que soy especial, soy vampiro, lobo y bruja, por mi abuela. Dicen que soy muy especial y diferente a los demás.

— ¿Tu padre te cuida mucho?

— Si, me cuenta una historia para dormirme, en muchas sales tu, son divertidas.

— Me tengo que ir, adiós Hope.

- Adiós Sarah.

Me levanto y me acerco a Klaus, pero paso de el y salgo de la habitación, voy al pasillo y de ahí a su habitación.

— Di algo.— Pide entrando y cerrando la puerta.

— ¿Cómo es posible que sea vampiro y bruja a la vez?

— Mi madre, es así.— Se encoge de hombros.

- Y sicópata, maniática... Bueno, como tu.— Me mira serio y yo le regalo mi sonrisa haciendo que suelte una risita.

— Ya sé que no te gusta mi madre, amor.— Tiene ese don de decir una palabra y que te tiemblen las piernas.

— Esa niña es un rallo de luz, ¿Como a salido de ti?— Se rie un poco.— ¿Para que querias que la conociera?

— Nos vamos a quedar en Mystic Falls un tiempo. Hayley volvera a la ciudad, solo nos quedaremos mis hermanos y yo.

— ¿Y?

— Hope, necesita a alguien que la cuide, que sea como su madre, ya que ella no estará.

— ¿Y Rebecca?

— ¿Quieres que mi hija acabe llena de maquillaje, llendo al colegio con vestidos rositas y con brillantitos?— Hace que suelte una carcajada.

— Sabes que no soporto a los niños mucho tiempo.

— Yo creo que servirás.

Llaman a la puerta y entran, me giro y corro hacia la persona.

— Te he echado de menos— le doy besos por toda la cara.

— Y yo a ti— dice Kol.

— Si me recibieras así, no tendriamos tantos problemas.— Dice Nik.

— Sigue soñando, maniaco.— Contesto, sonríe de lado.

Mis pies tocan el suelo y Kol me mira divertido. Le he echado mucho demenos.

La Híbrida I [KLAUS MIKAELSON] [EDITANDO] [WATTYS2019]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora