La dama de sangre siempre ha sido una deidad mas justa que Wakan Tanka, sus dos caras siempre miran en sentido opuesto, cada una hacia una de las dos costas de Soto, cuando la cara benévola mira al oriente se avecinan buenos tiempos pero si mira a occidente la tempestad se avecina.
Es por esto que los soteños ubicados en la inmensa península al sur oriente del gran reino de Sioux son mas fieles a la Dama de Sangre y veneran sus sacerdotisas considerándolas el máximo poder de la región, el líder político: Cisco, las obedece sin cuestionar y bajo él se encuentra todo el poder militar y social.
Soto únicamente esta conectada al continente por el norte a través de los viejos caminos que en su mayoría han sido devorados por la selva, el reino nunca ha puesto en sus ojos en este lugar considerando que es apenas un territorio desolado donde las almas perdidas no encuentran consuelo de la muerte en uno de sus muchos e inaccesibles pantanos.
Sin embargo los peninsulares, por su parte, disfrutan de su aislamiento, el mar les provee el sustento necesario y pueden comerciar con las islas cercanas e incluso con barcos provenientes del otro lado del océano oriental sin tener que respetar las absurdas leyes que provienen de la trascendente y antigua Monarquía.
Su capital Tapias de Pilatos se encuentra a medio camino entre la costa oriental y los pantanos centrales, allí se concentra el comercio de toda la región, y es donde se ubica el palacio de gobierno de Cisco y desde donde dirige las comunidades que se han congregado a lo largo de la costa oriental de Soto.
La tempestad, en ocasiones, suele ser el principal flagelo de la región, los presagios de la dama de sangre suelen ser muy acertados, en el templo principal de Tapias de Pilatos se exhibe su figura sobre un soporte metálico que le permite girar como una veleta y dejar una de sus dos caras mirando hacia la costa oriental.
Este día en particular el cielo estaba tranquilo y azul como sólo se puede apreciar hacia finales del verano, una suave brisa provenía del este acariciando suavemente las arenas de las playas mientras el olor del océano penetraba intacto hasta el interior de la península y el sol se deleitaba bañando tranquilamente las casas y las calles de Tapias de Pilatos.
Repentinamente la presión del aire cambio, una corriente de aire frío que provenía del norte descendió rápidamente y agito las llamas de las pocas hogueras que estaban encendidas, un remolino inmenso se formo en las nubes bordeando la costa y formo una espiral descendente de aire que en pocos minutos toco la superficie del mar agitándolo y avanzando con dirección al oeste.
¡Un huracán!, a los peninsulares acostumbrados a la tempestad los sorprendió la forma tan inesperada como se había formado, casi sin anunciarse, lo que los obligo a correr de un lado a otro, amarrando cargas al piso y cerrando las puertas de almacenes y casas para mitigar el daño causado por la inesperada tormenta.
- "Cuando alguno de los grandes dioses se encuentra molesto arrastra su dedo gigante sobre la tierra para recordarnos quien es el más fuerte" - Mencionaba Cisco a su hija Mila señalando el huracán que se veía aproximandose en el horizonte.
- "¿Estamos en peligro papá?"
- "El huracán perderá fuerza al llegar a tierra, cuando nos golpee ya estará debilitado y este palacio esta hecho de grandes rocas, el velo de protección de la Dama de Sangre cubre estas paredes, estaremos bien"
Sin embargo la tormenta fue poderosa, arraso viviendas, destruyo puertos y tomo vidas en las comunidades costeras, cuando entro en Tapias de Pilatos aún contaba con la suficiente fuerza para aterrorizar a sus moradores, la figura metálica de la Dama de Sangre en el templo principal de Tapias de Pilatos fue arrancada de su soporte y arrojada a unos cientos de metros de su templo, su cara benévola quedo enterrada fuertemente en la tierra.
Una hora duro el paso del monstruo que aullaba como un mitológico lobo furioso tratando de pulverizar todo aquello que se encontrara a su alcance.
Al cabo de ese tiempo, se pudieron apreciar las consecuencias de su paso destructivo, techos arrancados de las casas, arboles derrumbados sobre las calles, ríos desbordados que destruyeron puentes, y aun así, la destrucción no era tan temible como se pudo creer en algún momento, Cisco en las habitaciones del palacio de gobierno consolaba a su hija cuando fue informado que Ada, la mayor de las sacerdotisas de la dama de sangre lo esperaba en el salón principal.
Allí estaba ella, solía vestir un manto azul oscuro finamente labrado en los hombros con incrustaciones de piedras preciosas blancas que brillaban reflejando la luz y que lentamente iban desapareciendo conforme iba bajando el vestido hasta desaparecer a la altura de la cintura, para finalmente irse convirtiendo en un vestido desgarrado y sucio a sus pies que se arrastraba sobre el suelo.
Ada soportaba sobre sus huesudos brazos un cesto que contenía cerca de una docena de peces muertos, los cuales habían sido abiertos con un cuchillo por la mitad, algunos de ellos con sus tripas al aire emitían borbotones de sangre que escurrían por entre los agujeros del cesto manchando el piso y el manto de Ada.
- "Mi señor" - Promulgo - "Nuestra señora ha escondido su rostro benévolo en la tierra presagiando la llegada de un mal mayor que cualquiera que haya cruzado por nuestra tierra, hemos recurrido a los viejos oráculos y todos han señalado la misma profecía"
Guardo silencio por un momento como esperando que la cesta sangrante de sus manos cambiara en algo su aspecto la cual observaba atentamente, finalmente levanto la mirada donde las pupilas de sus ojos habían desaparecido reemplazándolos por globos amarillentos cubiertos de pequeñas venas ramificadas que asemejaban un microbosque encantado.
- "El caminante se dirige hacia acá".
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La bruja de las rosas púrpura
FantasyEl caminante es un hombre maldito condenado a vagar por el mundo hasta el fin de los tiempos, trayendo desgracia y caos a donde quiere que llega, los oráculos han previsto su llegada a la ciudad post apocalíptica de Tapias de Pilatos, la salvación...