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Jisoo

Era la primera vez que un chico le regalaba flores a Jisoo.

La joven estaba acostumbrada a recibir regalos de sus compañeros de trabajo pero nunca le habían regalado flores así que era algo nuevo para ella. Sin embargo, no era una razón para aceptarlas.

Eran muy hermosas, eso pensó.

—No puedo hacerlo...disculpa, Jongdae. —Jisoo bajó la mirada. No entendía por qué los chicos eran tan insistentes con ella. La castaña estaba segura de que jamás saldría con alguno de sus compañeros de trabajo. Desde pequeña siempre siguió los consejos de su madre y todo salía bien, no iba a hacer una excepción esa vez porque sabía perfectamente que hacer tal cosa sólo le traería problemas.

El joven pareció comprensivo.

—Debí imaginarmelo pero ¿De en serio no las quieres?

Se tentó, la verdad es que aquel pequeño ramo de rosas de diferentes colores le fascinaba. Jisoo llegó a leer el nombre de la florería en donde el muchacho las había comprado.

Radiant flowers.

Finalmente, negó con su cabeza.

Chaeyoung

El despertador de la rubia sonó.

Se levantó de su cama arrastrando los pies y cuando vio que era un día lluvioso, una sonrisa se formó en su rostro.

Bueno, sí, era verdad que esa tarde tal vez recibiría menos visitas en el negocio pero los días lluviosos la inspiraban para escribir canciones.

Encendió la radio y se dispuso a prepararse para el trabajo.

La florería era de su abuela. Su mamá no estaba realmente interesada en la jardinería, tampoco su padre pero Chaeyoung sí. Gracias a la cercanía que tenía con su abuela, terminó heredándola.

Fue difícil perderla pero se dijo que no importaba qué, siempre cuidaría esa florería porque sabía que era muy importante para ambas.

La rubia era una joven muy pacífica. Le gustaba mucho lo verde y los animales, incluso había pensado en estudiar la carrera de veterinaria pero la música era su pasión más grande.

Sus padres no estaban muy de acuerdo con el hecho de que Chaeyoung, teniendo 21 años, siguiese sin tener una carrera fija. Tenía que admitrlo, la joven tampoco lo estaba del todo pero no sabía muy bien qué hacer y por el momento, tenía buenos ingresos con la florería y cantando en las calles con su guitarra.

Jisoo

—Radiant flowers. —se susurró mientras viajaba sola en el elevador.

El día estaba terriblemente lluvioso.

Ya eran las 5 de la tarde y parecían las 8 gracias a que el cielo había opacado por completo al sol.

Jisoo miró a su reloj de mano.

¿Tendría tiempo de visitar la florería? Anteriormente se había apresurado para buscarla en Google y averiguar que no era un lugar muy lejano a la oficina en donde ella trabajaba, sólo unas calles.

Con esa lluvia torrencial no le convenía ir, para colmo ¡No tenía auto!

Se quedó un rato en el hall del gran edificio mirando la lluvia caer.

Quería averiguar los precios de las flores y de paso comprarse algún ramo pequeño, las fotos de las mismas en la página web de la florería la habían convencido de hacerlo ya que parecían ser de muy buena calidad.

Pasaron tan sólo unos minutos y la lluvia se volvió más ligera. Jisoo se apresuró a salir antes de que la calma se fuese.

Chaeyoung

Como había predicho, sólo un cliente pasó por la florería ese día tan lluvioso y había sido un señor mayor al que le gustaba comprar flores para su esposa cada lunes.

Le parecía un gesto muy tierno. Chaeyoung se preguntaba si alguna vez conocería a alguien con quien compartir algo así cuando se volviese mayor.

Pero la cosa era difícil. Ella sentía que no era compatible con nadie y nadie era compatible con ella. Su alma libre espantaba a los chicos de su edad y además, por lo general los que conocía eran jóvenes con padres exigentes y para estos Chaeyoung no entraba en el rango de chicas decentes simplemente por el hecho de no estar estudiando una carrera universitaria.

Apoyó sus codos en el mostrador. Ya eran pasadas las 5.

¿Debía cerrar temprano? Seguramente nadie vendría.

Escuchó un gran trueno seguido de una lluvia fuertísima.

Chaeyoung se levantó de la silla y se acercó con algo de lentitud a la puerta del local. Pasó la manga de su suéter por uno de los vidrios de la puerta para desempañarlo y se quedó observando la lluvia caer.

that girl ‹ chaesooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora