Y es que, es en este momento, entre tu mirada y el humo, donde me doy cuenta que, tal vez no tengo todo lo que quiero...
¡Pero, DIABLOS! Que rico se siento lo que tengo. Por esto es que me levanto día a día, para ser esa persona merecedora de ti. Porque aunque no lo creas, eres eso que jamás pensé encontrar y que se a vuelto justo lo que necesito.