Un mal día

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Otro amanecer en donde todo tambalea, pero tú sigues sin decirlo. Los días pasan y sigo sin percibir una señal de tu parte; persisto en mejorar las cosas, pero tú te alejas cada vez más. Una noche más donde duermo con temor por despertar y ver tu carta de despedida.

-¿Por qué te irías de mi lado?- Pregunte tan ansiosa mientras me ponía encima de tu abdomen.

Me miraste unos segundos sin saber si decirme las verdaderas razones. –Si supiera que algo por mi culpa te hace daño, lo haría porque no te quiero lastimar.

Me encogí de hombros y sólo te bese.

-Me besas para que guarde silencio- dijiste mientras te reías.

Puse mis labios sobre los tuyos y te seguí besando, pero lo que no sabías es que con un solo beso borrabas mis tristezas y podías mover todo un mundo dentro de mí.

Esa noche volví a casa y tus palabras no dejaban de resonar en mi cabeza. ¿Por qué justo después de eso tenía que suceder todo lo malo? ¿Fue acaso la prueba para saber si nuestro amor duraría?

Mi amor, sigo aquí esperando a que no te rindas. Que ese mal día no nos nuble y se convierta en un mal sin fin. No huyas de donde no tienes que hacerlo, porque estoy sentada a tu lado esperando a que tengas la fuerza para levantarte. Dejemos que esto quede en un mal día que no nos va a destruir.

Lo que dice el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora