El caos.

56 3 0
                                    



Es tu recuerdo repentino lo que irrumpe  mis pensamientos en las madrugadas que no puedo dormir.

-No te quiero ver llorar más -dijiste después de ver mis lágrimas caer cuando pedí perdón por el daño que te hice- ¿Qué puedo hacer para reparar todo esto?

-Sólo abrázame- Respondí.

Aquella noche, tu dormitorio nos envolvía en el calor que el ímpetu de nuestros cuerpos desataba. Entre más nos entrelazábamos, más nos convertíamos en uno mismo.

Y mientras nuestras almas parecían estar en completa paz, aquella habitación era un desorden.

-El caos que desata tu presencia es lo que siempre me gustó- dijiste con una sonrisa-. Eres el desorden más precioso que he visto.

Tu cuerpo se sentía tan caliente junto al mío, fingías que mi cabello enredado sobre tu almohada no te molestaba; toda la noche dormiste abrazado a mi cuerpo. Ahora duermo sola cada noche, despierto exaltada por tu reminiscencia.

Otra noche más en la que escribo para ti. 

Lo que dice el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora