Embarazadas A Los 15

Parto (Valeria)

16 de Diciembre

A pesar de ser una persona que le encantara dormir y no hacer nada. Hoy era la excepción, pues se encontraba lavando su ropa.

Cuando terminó, la puso a secar y se fue a la sala.

Allí se encontró con su hermano, este estaba haciendo tarea. Valeria sonrió y se acercó.

-¿Que haces Fer? -preguntó Valeria curiosa.

-Tarea -le contestó sin despegar su vista de su libro.

Valeria se dirigió a la sala y sacó un libro de su escritora favorita J. K. Rowling. Hasta que su hermano se paró enfrente de ella.

-¿Qué pasa? -dijo Valeria despegando su vista del libro.

-¿Por qué esta mojado? -Dijo Fer viendo al piso.

-Ha de ser de que estuve lavando ropa -contestó tranquila.

Pero de repente Fer abrió los ojos como platos.

-¡Y por que el agua sale de tu pantalón! -exclamó asustado.

Valeria dejó el libro al lado y miró su short, de repente vió que se tenía una gran mancha húmeda.

De repente, sintió una contracción y se encogió de dolor.

¡Vale! ¿Qué tienes? -exclamó Fer con preocupación.

-¡Llama a papá! ¡AHORA! -gritó Valeria tratando de caminar.

Pero no fue necesario, el papá de Valeria bajó rápido apenas escuchó el grito de su hija mayor.

Sostuvo a su hija mayor y la ayudó a caminar.

-Hijo llama a un taxi, llevaremos a tu hermana al hospital, ¡Apúrate! -le dijo el padre a su hijo menor.

Fernando no perdió el tiempo y llamó un taxi.

….

-¡Ahhhhh! -gritó Valeria de dolor.

-¡Vamos señorita, Empuje! -exclamó la partera.

Valeria en este momento estaba dando a luz, dió un respiro, volvió a guardar aire y luego empujó algo fuerte.

Se llevaron una hora y media hasta que Valeria Empujó demasiado fuerte junto con un grito, al principio ella se mareó pero luego escuchó un llanto de un bebé.

-Ya nació la niña -dijo la partera cortando el cordón umbilical.

-Quiero cargar a mi hija -dijo Valeria exhausta.

Una enfermera asintió y le dió a la bebé.

Valeria cargó a su hija con cuidado, era tán frágil y pequeña. Había llevado nueve meses a esta pequeña preciosura.

La pequeña se calmó un poco y fue abriendo sus ojitos.

Sus intensos ojos verde esmeralda se toparon con unos ojos verde esmeralda y azul.

-Hola Emma -dijo Valeria con ternura.

Emma le sonrió a su madre y se acurrucó en su pecho y se durmió. Valeria, mientras su hija dormía, acariciaba su cabecita con cabellitos negros mientras veía su tierna y frágil piel blanca...