Embarazadas A Los 15

Tía Francia

Narra Óscar.

Me levanté gracias a mi niña, quien me recibió con una sonrisa.

Me levanté y cargé a Alina para evitar que se cayera, le puse películas de disney (que obviamente Valeria me recomendó) y me cambié de ropa.

Cuando salí, ví a Alina que veía con atención a la televisión. Mientras Alina veía la película, me dispuse a escoger la ropa que traería hoy.

Cuando por fin pude cambiarla, ambos nos pusimos a ver la televisión.

El timbre de mi casa sonó y me levanté a abrir.

Cuando abrí, una mujer de al menos 21 años, estaba en frente. Sus ojos azules detrás de unos lentes de montura cuadrada y su cabello rizado natural color miel esta suelto. Fruncí mi ceño, pues no la conozco.

-Buenos días Óscar -dijo la mujer con expresión seria.

-Disculpa, pero, ¿te conozco? -dije extrañado.

-Tu no a mi, pero a ti sí -dijo sacándose los lentes y los guardó-. Mi nombre es Francia Farias Stone, hermana mayor de Alma -dijo cruzándose de brazos.

Me quedé en estado de shock, ¿Alma una hermana? Nunca me había dicho que tenía una hermana.

Sus padres nunca hablaron que tenían otra hija, claro que no hablaban de esos temas en frente de mi.

Reaccioné al escuchar a Alina llorar, se acerqué a ver que le pasaba, al parecer había acabado la película y quería otra.

Narro yo.

Óscar le puso otra película y dejó que se entretuviera. Francia observó a la niña que veía la película con atención.

-Alma -susurró viendo con atención a la niña-. ¿Dónde está Alma? -preguntó emocionada de ver a su hermana.

La sonrisa que Óscar tenía se le borró al recordar que Alma estaba muerta.

-Ella... -solo pudo decir eso ya que se le hizo un nudo en la garganta.

-No, no, no... Mi hermana no -dijo Francia llevándose las manos a la boca. Unas silenciosas lágrimas cayeron de sus ojos y se resbalaron por sus mejillas.

Se agachó al lado de Alina, le recordó a su hermana cuando era bebé.

-Hola pequeña, yo soy tu tía -dijo acariciando su cabello-. Te pareces a tu madre -susurró con nostalgia-. ¿Cómo se llama? -preguntó.

-Alina -respondió Óscar.

-Hola Alina, yo te enseñaré lo bueno, malo y lo divertido de la vida, y todo a espaldas de tu padre -dijo Francia observando a Óscar quien frunció el ceño.

….

-¿Porqué Alma nunca me habló de tí? ¿Ni tus padres? -dijo Óscar curioso.

-Pues... -Francia soltó un suspiro-. Mi padre siempre quiso un varón, cuando nací, se decepcionó. El quería que me casara, tuviera hijos y me dedicara al hogar. En cambio, cuando nació Alma, el tenía otras expectativas para ella. Yo me fuí a Inglaterra a estudiar, donde mi padre dejó muy en claro que no me iba a apoyar. Después de estudiar, me casé y tuve a una hija, me divorcié hace apenas un año. Desde hace 3 años que no veía a Alma y la extrañé. Y ahora me entero que tengo una sobrina... Por eso no hablaban de mi, por que doy una "decepción para la familia" -dijo haciendo comillas en la frase "decepción para la familia".

Óscar escuchaba todo con atención, todo esto le resultaba muy raro.

Aunque era creíble, conociendo a Don Jorge, era creíble cualquier cosa. Además de el hecho de que, a excepción de Doña Graciela, no había visitado a Alina desde su nacimiento.

-¿Dónde vives? -preguntó Óscar con curiosidad.

-En un departamento no muy lejos de aquí -le contestó Francia.

-Bueno, fue un gusto conocerte, pero tengo que encargarme de Alina. Las películas no la distraerán para siempre -dijo Óscar dirigiéndose a la salida.

-Si, yo también. Dejé a mi hija dormida y ahora me tengo que ir -dijo dándole a Alina un beso en la cabeza-. Nos vemos -dijo para después salir de la casa.

Óscar cerró la puerta y se dispuso a cuidar de Alina...