Capítulo 1

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De antemano una disculpa para mis lectores se que prometí solemnemente subir otro capitulo de magnetismo esta semana y espero poder cumplirlo pero cuando intente escribir el cap me quede atorada y a mi mente llego esta historia espero les guste.
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Sesshomaru se encuentra llegando a la oficina de su abuelo después de muchos años de estudio en el extranjero por fin tomaría posesión de la subdirección de la empresa transnacional de su abuelo. Al llegar todo mundo lo saludaba con respeto, llevaba un traje color negro sin corbata camisa blanca desabotonada, su cabello en coleta alta y unos lentes oscuros tipo rayban.
Al llegar al piso 20  una despampanante azabache vestida en traje sastre a tres piezas color negro con camisa blanca (sacó, falda y chaleco), con una falda entubada bien pegada a su curvilínea figura le quedaba magnífico todo coronado con una corbata color tinto  pulcramente anudada le daba la bienvenida.
---Bienvenido a Taisho Corp señor Taisho mi nombre es Kagome Higurashi y a partir de hoy seré su asistente personal, síganme por favor--- sesshomaru estaba encantado con la que sería su asistente pudo ver más a detalle a la  joven de facciones finas, delicadas, tes color blanco leche tersa cual porcelana fina, labios seductores ni delgados ni gruesos, cejas finas no muy tupidas, alta de aproximadamente 1.64m, unos intensos ojos color verde  y su tono de voz dulce  lo había encantado simplemente una mujer  hermosa.
Kagome lo llevó ala que desde hoy sería su oficina.
---A partir de hoy está será su oficina señor Taisho, en el armario de la derecha puede encontrar un compartimento con cambios de ropa le recomiendo se ponga el traje sastre negro antes de entrar a ver a su abuelo el aprecia vehementemente la formalidad, si así lo desea tecleando en el cuarto de baño los dígitos 7504 puede acceder a una regadera provista con todo lo necesario para su aseo personal - - - esto se ponía magnífico su obseso abuelo estaba al ataque sesshomaru alzó una ceja molesto.
---estas hablando enserio? - - - la joven lo volteo a ver con una angelical y sincera sonrisa para solo asentir y salir de la oficina dándole espacio para cambiarse a su nuevo jefe.
Sesshomaru estaba cabreado que tenía de malo su traje no lo entendía entró a darse una ducha rápida para desesterarse, no podía creer que la enorme oficina incluso tenía una recamara oculta ahora entendía los cambios de ropa. Su abuelo era un esclavista obseso del control, que controlaba su vida cual titiritero.
Cuando entró ala recamara para cambiarse encontró sobre la cama todo un cambio de ropa un traje sastre negro satinado de tres piezas, una camisa blanca, calcetines negros, zapatos de su medida, y ropa interior nueva y una corbata roja liza.  todo pulcramente acomodado sobre la cama. Esa niña lo volvería loco estaba seguro.
Cuando salió de su oficina kagome lo esperaba frente al escritorio con su agenda en mano, lo  inspeccionó con cara de algo está mal aquí, cosa que molesto bastante al peliplata, no estaba acostumbrado a ese tipo de trato de parte de una mujer.
---si ve al señor Taisho  así tendremos un mal inicio siéntese por favor y permítame ayudarlo--- sesshomaru cada momento estaba más molesto quien se creía esta preciosa mocosa para tratarle de esa manera.
---que es lo que está mal mujer??--- su tono despectivo y frío hizo que kagome torciera el gesto. Pero si algo caracterizaba a Kagome Higurashi es que no se dejaba pisotear por nadie y siempre encontraba la manera inteligente de contraatacar.
--- el señor Taisho aborrece todo lo que le recuerde ala vergüenza que pasó con su hijo, no me imagino en que pensara de usted al verlo después de tanto tiempo peinado asi--- sesshomaru apretó la mandíbula y frunció el ceño pronunciadamente, aún cuando no lo admitiría abiertamente, la chiquilla tenía razón, su abuelo era prejuicioso y rencoroso, no le convenía verse como el reflejo de Inu no. Se sentó en la silla sin decir más dándole la espalda a la pequeña azabache que fue hacia la recamara tomó un cepillo, la corbata y el saco que su gruñón y endemoniadamente guapo jefe había dejado y regreso ala oficina. Se paro detrás de sesshomaru y desató su largo y sedoso cabello y con maestría y rapidez cepillo su cabello, el sintió deliciosa la sensación de sus manos y el cepillo, tanto que cerró sus ojos para disfrutarlo. Ella posteriormente  trenzo el cabello de sesshomaru ; cuando terminó de peinarlo sesshomaru se levantó para mirarse en el espejo en conjunto no se veía nada mal aunque como siempre no lo aceptaría o agradecería.
----bien señor Taisho ya solo faltan la corbata y el saco--- sesshomaru se paro frente a ella era tan alto que ella tubo que pararse de puntitas aun estando en tacones altos. Le puso la corbata sobre el cuello estaba tan cerca que sesshomaru pudo oler a perfección su perfume un delicado aroma a clavel y rosas con un toque dulce que invitaba a comérsela. El se embriago con su olor y ese tenue e inocente sonrojo que se asomaba en sus mejillas y su respiración ligera mente acelerada. En ese momento se dio cuenta de que a su preciosa asistente no le era del todo indiferente una sonrisa casi imperceptible se dibujo en los labios de sesshomaru pero kagome era muy observadora al darse cuenta de ello su orgullo le obligó a actuar profesionalmente y con maestría, rapidez y precisión anudo la corbata de sesshomaru y la ajusto para después ayudarle a ponerse el saco, sus movimientos elegantes y delicados le causaban un tremendo efecto a él, aún cuando fuera frío y altivo ella podía jurar que sus ojos centelleaban un sentimiento que ella no podía definir si se podía catalogar como furia o deseó. Ella se alejo un poco  para evitar cualquier reacción de él que la dejara en una posición difícil, tomó la agenda de sesshomaru y una pequeña caja de regalo que sesshomaru acababa de percatarse que traía entre sus manos, una cajita de envoltura plateada y un elegante moño como dorado.
---- este es el regalo que le compro a su abuelo por su cumpleaños, son unos gemelos  de oro blanco de 24k, hacen juego con el Piza corbatas y el bolígrafo que le regalo el año pasado - - - sesshomaru no entendía nada el jamás había mandado comprar, ningún regalo para su abuelo que no tenía ese hombre y desde cuando en su familia se festejaban los cumpleaños. Ahora que lo recordaba desde que se fue a estudiar al extranjero cada año en su cumpleaños recibía un obsequio de su madre y otro de su abuelo. Sólo levantó una ceja en gesto desafiante cuando ella lo depositó entre sus manos.
--- sólo déselo al señor Taisho, es hora de ir a ver a su abuelo  no olvide abrazarlo, lo ha extrañado y está orgulloso de usted aún cuando no lo diga abiertamente y señor sesshomaru es un gusto tenerlo de vuelta--- sin decir más se fue cerrando la puerta tras de sí y dejando en shock a sesshomaru el tono en el que esa chiquilla lo había dicho en el pasado no podía ser la misma niña que lo seguía a todos lados hace 7 años o si.
Continúa….


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