OH BOY; JohnCas

Art.

Ha pasado algo más de un mes desde aquel intento fallido de coger que tuvo Lucas con Johnny. Este tiempo no ha sido nada agradable para Lucas.

Si bien John Seo podía ser delicado de tacto, nada se comparaba a la rudeza de sus acciones.

"¿Cocaína?"

Lucas no entendía, es más, ni sabía la diferencia entre aquella y otras drogas.

Su vida nunca había sido sencilla, se la había pasado de trabajo en trabajo a medio tiempo. A veces, había pedido dinero en las plazas al tocar la guitarra. Sin duda, poder ingresar a esa agencia de modelaje fue su golpe de suerte y él no desaprovechó la oportunidad. 

"¿Quién podría negarse a que le paguen por ser guapo?"

Sin embargo, ahora lo estaban echando.

"Ya sabemos que es un tema algo confuso, no te preocupes no tomaremos acciones legales, pero es necesario que renuncies, por el bien de la imagen institucional de esta agencia".

Estaba en cero otra vez.

Pero no era su culpa, él sabía que
toda la causa de su desgracia tenía nombre, apellido y nacionalidad norteamericana.

•  •  •

Por despecho, Johnny le había arruinado la vida. Sí, sonaba lógico para Lucas.

Días después del incidente en la casa del pintor, este había intentado contactarle para disculparse, para intentar algo... una vez más.

El orgullo de Lucas no podía con tanto. Por mucho que gustara del mayor, se prometió no ceder.

Así lo hizo y se sintió bien consigo mismo al rechazarlo. Pero ahora lo había perdido todo lo que era importante para él de un momento a otro, ¿cómo?

Ni él mismo lo entendía, solo culpaba a Johnny.

Tenía toda una lista de razones para odiarle, para desearle el mal o hasta para hacerlo directamente.

Pero... ¿Cómo dañar a John Seo? 

Un hombre tan íntegro y con clase como el artista, parecía totalmente invulnerable. No obstante, el muchacho se conformaba con un solo punto de inflexión para atacar, ¿cuál?

***

Su arte.

La pintura y fotografía lo eran todo en la vida de John Seo, su atribulada alma solo encontraba calma en el arte... en un tipo de arte simétrico, formal... perfecto. 

Para el infortunio de Johnny, el dejar expuesto a su ser en cada obra de arte era inevitable. 

Lucas no entendía de esos sentimientos artísticos, pero le bastaba saber lo que era importante para el mayor. Casualmente, lo que era importante para Johnny, era igualmente de valioso en el mercado de negro de piezas artísticas... el plan perfecto. 

Como por un llamado divino, al apenas terminar de planificar su idea, recibió un mensaje del pintor. Excelente para facilitar su plan. 

***

La habitación de John Seo, lucía mucho más pálida que la última vez. Aquello congelaba cada interacción en un incómodo cruce de miradas. 

El mayor mostraba un semblante de preocupación y lamento por todo lo que le acontecía al menor. Su corazón se removía de angustia y culpabilidad, a pesar de no entender por qué. 

―Yo... he estado pensando demasiado en aquella vez ―confesó el artista, tras un breve silencio. Lucas contuvo sus ganas de bufarse en un suspiro.

  ―Yo también, en verdad quería... ―sus palabras fueron calladas por un repentino beso que inició Johnny con desesperación. 

Y sí, de eso se trataba el arte, de seguir a su corazón. 

No era más una estructura, formas y reglas hacia la perfecta belleza.

 Era pasión, un deseo expresado y, eventualmente, felicidad.