El mejor día (parte 2)

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Lo primero que hicimos fue ir a los puestos de comida : había tacos, chilaquiles, crema de elote, espinacas en salsa verde y tamales.
Yo le pregunte:
-¿qué se te apetece?
Ella aún seguía roja, estaba un poco nerviosa y pensativa. Una vez más le pregunté, para que reaccionara:
-Hola, ¿esta joven se encuentra en la tierra?... ¿qué se te antoja comer?
-Ah, si, si aquí estoy... Aah estaría bien unos tacos por favor.
Ella pidió unos tacos de suadero sin cebolla, no le gusta, con poco silantro, dice que le quita el sabor a la carne y con salsa roja, era la que más picaba. Yo solo pedí unos tamales...
Seguimos viendo que habían puesto, le llamó la atención un juego de globos, así que fuímos... Tenía que tronar los globos con clavos, pero no poncho ninguno a lo que me dió un poco de risa, ella al notarlo se sonrojo y se puso nerviosa. Yo la tome de la mano y la conduje hasta la discoteca, ella se puso aún más roja, yo le dije:
-ven bailemos y ahorita salimos a ver que más colocaron ¿de acuerdo?
Ella solo movio la cabeza y se acerco a mi, me tomo del hombro y bailamos una canción de cumbia que alguien pidió. Por segunda vez, pude hacer eso con ella, pero esta vez, al terminar la canción no la solté y sin pedirlo ni pensarlo le dí un pequeño beso en la mejilla, aún era incapaz de besarla en los labios. Sin embargo, con ese beso, pude tener mis labios sobre su piel, pude inhalar su embriagante aroma y pude sentir la suavidad de su hermosa, perfecta y fascinante cara. Ella solo se quedo quieta, y al verla estaba más roja que su vestido, estaba sonriendo, estaba nerviosa, ansiosa y emocionada diría yo.
Una nueva canción empezó a sonar. Se llama "Amor a primera vista" y eso lo se porque le encantaba esa canción. La bailamos, continuaron canciones similares y nos quedamos, cuando salimos yo estaba sudando un poco al igual que ella, habíamos pasado más de 2 horas bailando. Decidimos ir a ver que había de beber, ella pidió un refresco de manzana y yo uno de tamarindo. Nos sentamos en una banca que estaba debajo de la sombra de un gran árbol, ella me miró, vió mi mochila y dijo:
-¿por qué traes tu mochila?
- ah... Pues...
-no la pidieron ¿o si?
-no, no para nada... Pues.
Me puse muy nervioso, no sabía que decirle, así que suspire y abrí mi mochila, saque el pequeño detalle, se lo dí y le dije:
-es un pequeño detalle, por tu cumpleaños y los chocolates por el día del niño. Espero te agraden. Ella se puso nuevamente roja, tomo el detalle y los chocolates, se acercó a mi, me dió un abrazo, me susurró al oído un : Te quiero Demaciado, Gracias... Y finalmente me dió un beso en los labios... ¡UN BESO! no lo podía creer pero yo lo acepte y más tarde se lo regrese.
Tocar sus labios con los míos, poder saber que nació de ella darme un beso, fue maravilloso. Olvide todo a mi alrededor, me olvide del mundo, de mi, solo me concentre en ella.
Cuando volví al mundo ella ya no me estaba besando solo me veía, yo la mire y ví caer lágrimas de sus hermosos ojos:
-¿qué pasó?
Dije con un tono suave.
-Nada, solo estoy feliz, por este día... Quisiera que no acabara pero... Ya es hora de irnos.
-no, no debes llorar por eso, te pido que seas paciente... Mira tus hermosos ojos no quieren estar llenos de lágrimas.
Secó sus lágrimas con mis propias manos, la tomó de la mano derecha y le doy un beso en ella.
-Ahora señorita, le pido me acompañe a la salida. Así lo hacemos y una vez fuera, nos damos un último abrazo, nos despedimos y cada quien debe tomar su camino.

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⏰ Última actualización: May 12, 2018 ⏰

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