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Kim JongIn, el pequeño pelicastaño de 12 años, estaba al pendiente de la puerta, refregando sus manitas con nervios, y a su lado tenía a Sehun y Taemin, otro de sus mejores amigos, contándole sobre una película de superhéroes que había visto la noche anterior.

Arrugando su nariz, se recompuso los lentes que llevaba ese día.

Varios de sus amigos se había acercado a preguntarle el porqué de su cambio de look. Se limitó a sonreír, pero la verdad era porque le había contado a su hermana mayor que quería llevarse bien con uno de sus compañeros y le preguntó qué podía hacer; ella dijo que imitando su forma de vestir o de ser. ¿Por qué? Eso era porque así podrían tener más cosas en común (su hermana siempre muy sabia e inteligente).

Así que ahora lucía con su cabello castaño ligeramente peinado de lado, y unas gafas redondas (sin graduación, claro). Esperaba que el plan diera resultado, y pudiera al fin poder ser amigo de su hyung, Park Chanyeol. Es decir, su hyung usaba unos lentes que le quedaban bonitos, ¡y ahora él también! Tenían eso en común, podrían ser amigos, ¿no es así?.

Levantó una vez más la mirada hacia la puerta, y cuando vio entrar al de cabello negro, sonrió. Definitivamente la ropa que usaba Yeol no era el estilo de JongIn, pero le gustaba mucho como se veía en su hyung. Ah, ¿cómo podía verse tierno pese a que era incluso más alto que él?

Oye, Nini, casi babeas—bromeó Taemin.

JongIn le miró mal. Ignorándolo, se paró de su asiento y fue donde el mayor, quién lo observó con sus cejas arqueadas en confusión de ver su nueva apariencia.

—Uhm...

—¡Nini se disfrazó de Yeol cerebrito! —Gritó alguien al fondo, interrumpiéndole.

¡¿Qué?! No, no, no. Intentó decirle a Chanyeol, pero la expresión triste de su hyung no hizo más que enmudecerlo por completo, mientras los otros reían.

—¡Aún no es Halloween! –Más risas. Yeol bajó su mirada y salió, dejando al pelicastaño sin poder explicarse.

—¡Ven aquí Baekhyun! —Exclamó antes de ir a donde el otro castaño que había dicho aquello.

—¡Corre Baekkie, corre! —Bramó Sehun al ver a su amigo enfurecido caminar hacia el otro.

—¡Apúrate Yixing! ¡Trae la cámara, hay que grabar esto! —Acotó KyungSoo, otro de sus compañeros, antes de ir tras el par.

Sí, ese día aprendieron que nadie hacía sentir mal a Chanyeol y salía ileso.

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Crush  ➸ ChanKaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora