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El grupo de amigos reía, mientras el pelicastaño seguía contando sus anécdotas.

—Sí, de verdad creí que alguien me había maldecido o algo. No era posible tan mala suerte.

—No, tú simplemente no sabías cómo llegar a él.

—¡Oh, Oh! ¿Recuerdas Sehunnie el último día? —Preguntó Taemin, y los demás atentos.

—Teníamos que ayudar, como olvidarlo, fue épico—Sonrió abiertamente.

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Era el último día que Kim JongIn vería a su hyung Chanyeol. ¿Por qué? Bueno, el mayor había mantenido su promedio impecable, por lo que la misma institución gestionó una beca completa universitaria en el extranjero para Yeol. JongIn siempre había admirado eso de su hyung, por lo que se sentía muy feliz. El problema radicaba en que, si bien Chanyeol ya no huía, pero no hablaban mucho. Y el pelicastaño por lo menos quería que cuando el mayor se fuera, se fuera sabiendo la verdad.

Así que en ese instante se encontraba caminando por los pasillos concurridos, buscando al castaño. Pronto divisó a JongDae hablando animadamente con MinSeok— cosa que le hizo levantar su ceja y la comisura de su labio en una sonrisa perversa, luego molestaría a Seok.

Siguió caminando, y al pasar de unos 5 minutos, lo halló entretenido leyendo.

—¡Hyung! —Gritó. Sin embargo, antes de llegar, no vio el momento en que Sehun, con una sonrisita en el rostro, le hizo tropezar. Y trastabillando fue a parar sobre el más alto, que lo atrapó a duras penas, pero tanto fue el impulso que les hizo caer. JongIn sobre Chanyeol.

—Ups, peeeeerdón—oyó decir a Sehun, pero aquel tono inocente no engañaba a JongIn (no en balde eran mejores amigos), sabía que lo había hecho adrede.

Después de casi acribillarle con la mirada, volvió a ver a Chanyeol.

No obstante, no contaba con que su hyung estaría con la cabeza un poco levantada, tampoco con que el espacio sería tan reducido y, al ser así, sus labios colisionarían en un torpe beso. Con los ojos bien abiertos, sonrió como el calor subía a sus mejillas. Su conciencia —y quizá la voz de Sehun— gritaba un "¡Disfruta!"

Ya qué, pensó JongIn. Probablemente Chanyeol hyung le tendría miedo u odiaría después. Valientemente cerró sus párpados sobre sus ojos, y apretó sus labios contra los del pelioscuro, sus manos posándolas, como pudo, en sus mejillas.

La posición no era la más cómoda, y aún así JongIn, de 17 años en ese entonces, pudo decir que era el mejor beso que había tenido.

Se sorprendió, casi al borde de un infarto, cuando sintió las manos de Chanyeol sobre su cintura, acariciándola suavemente. Aquello hizo que JongIn cortara el beso, separándose para ver al chico. La otra sorpresa que se llevó fue notar el rubor en las mejillas de Chanyeol.

—¡Esos son mis hijos! —Interrumpió un emocionado Sehun que saltaba a medio pasillo.

—¡Al fin! —Secundó Taemin, quien sonreía y parecía estar tomando fotos del momento con sus celular.

—¡Sí! ¡Viva el amor! —Gritaron otros al fondo, que JongIn pudo distinguir como el grupito de Baekhyun.

Oh, Dios, qué vergüenza.

Sin mucho pensarlo—y quizás aprovechándose un poquito de la situación— JongIn escondió su rostro en la curvatura del cuello de Yeol.

—Lo siento mucho, hyung—susurró bajito, disfrutando del olor del pelioscuro antes de que, probablemente, Chanyeol le demandara por acoso.—¿Es-está molesto?—Se atrevió a preguntar cuando no escuchó nada.

Crush  ➸ ChanKaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora