Capítulo 6

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Nunca lo había pensado...Con razón esa tos tan seguida, la sangre y todas esas pastillas, hasta donde se esa enfermedad es contagiosa, pero se puede curar. Debe haber algo en lo que pueda apoyar

- ¿Ahora ya te vas a alejar?

- No -dije firmemente- no se mucho de esa enfermedad, pero...quiero ayudarte en algo -no entendía cual era mi afán en ayudarlo pero algo me decía que debía hacerlo. A lo que el solo se dió la vuelta y siguió su camino.

No me importa si no me quiere a su lado igual decidí seguirlo

Seguimos caminando hasta que llegamos a la habitación.

- ¿Acaso quieres verte con tuberculosis niña?- volteó molesto a verme.

- No me importa, ya te dije que quiero ayudar -dije haciendo un puchero.

- Eres tan terca- dijo en suspiro- después no me eches la culpa-abrio la habitación y entramos.

- No te preocupes, no te culparé de nada -no quería enfermarme de eso ,pero todavía tenía las ganas de ayudar.

Ignorando mi comentario se comenzó a quitar su polera ya manchada de sangre. Entonces decidí mirar para otro lado ya que no quería que pensara que soy una pervertida.

- ¿Qué es lo que no quieres ver?..- susurró en mi oído y al instante sntí su todo su torso chocando contra mi espalda.

- C...cámbiate de una vez -tenerlo cerca de esa manera me ponía nerviosa y lo peor es que aún en estos momentos sigue jugando conmigo.

- Está bien, pero puedes ayudarme en algo?..- siguió preguntando.

- E...en qué? -pregunté aún de espaldas mirándolo de reojo.

- ¿Podrías pasar me una de mis poleras que están en el cajón del cual está delante tuyo?..

- Ah claro -me acerqué al cajón y saqué una polera. Me voltee y se la entregué , pero estaba con la cabeza gacha, no quería ver su torso. No de nuevo para que comience a pensar esas cosas no.

De un momento a otro sentí como cogió mi brazo y me jaló hacia su pecho descubierto.

¿Qué ?

- ¿Q...qué sucede? -fueron las únicas palabras que pude articular por los nervios de tenerlo tan cerca.

Pero la única respuesta que recibí fue sentir sus brazos rodearme terminando por abrazarme finalmente. Dándome un calor indescriptible. Me siento rara, aunque me caiga mal en estos momentos no puedo pensar en otra cosa mas que en su abrazo, el cual de cierto modo me hace sentir protegida y...querida.

- Gracias...- soltó en un susurro apoyando su cabeza sobre la mía. Al oír eso correspondí su abrazo.

- No te preocupes, estaré contigo siempre -dije reconfortante chocando mi rostro contra su pecho firme.

- Gracias por la polera- sentí que sonrío sobre mi cabeza.

- De nada -dije cerrando los ojos y disfrutando del momento

Todo estába bien hasta que deshizo el abrazo y me alejó de repente.

- ¿Qué sucede? -pregunté desconcertada.

- No agarres tanta confianza..- soltó mientras se colocaba su polera.

- Ah...disculpa -dije apenada y alejándome un poco más. De cierto modo me sentí tan bien que al parecer me pase de la confianza

Pasó por lo delante y abrió la puerta de la habitación para salir. No sabía si seguirlo o no, tal vez se pueda sentir incómodo después de ese abrazo

Jung Ho SeokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora