No tenían idea de cómo habían llegado a eso
Kuroo no sabía cómo es que había terminado por recorrer con sus manos a Oikawa, delineando cada relieve de sus costados, pasando sus palmas por esos muslos que se sentían ligeramente más grandes contra ellas. No sabía en qué momento había comenzado a besar unos labios que no eran los de su novio. Estaba... confundido. Algo le decía que parara.
Que era peligroso.
Que si seguía... no habría vuelta atrás.
Habría consumado la infidelidad a Kenma.
Pero, por alguna razón, eso acrecentó su morbo. Hizo caso omiso a la alerta que atenazaba su cabeza y abrió las piernas de Tooru con algo de súbita brusquedad, ocasionando que el ex-armador lanzara un gemido de sorpresa y cortara el beso.
Emitió una risita sádica, maliciosa, mientras descendía por su tersa piel desde sus labios, acariciando sus mejillas. Mordió su mentón a su paso, sin dejar marca, sin dejar rojiza la zona en la que había clavado sus dientes, y continúo su descenso hasta lamer el cuello, saboreando ese nuevo sabor con casi dedicación.
Mantuvo sus ojos cerrados, intentando olvidar que era Oikawa a quien estaba besando. A quien tocaba.
—Ahhh, Tetsu-chan —Pero esa maldita voz se lo hacía difícil.
Era más chillona que la que estaba acostumbrado a oír, y de alguna manera, lograba excitarlo.
Se mordió el labio y respiro hondo cuando Tooru le presiono entre sus muslos, moviendo la cadera como podía contra la pelvis de Tetsuro, rozando ambas erecciones. Kuroo le tenía ahí, empotrado contra los lavabos de un bar, para su suerte estaban solos.
Tooru sólo alcanzaba a recordar cómo es que llegaron ahí; ambos frustrados por el abandono de su pareja.
Y por supuesto ese abandono era relativo, ambos, Iwaizumi y Kozume, sólo estaban demasiado ocupados para atenderlos un momento, no es como que ambos hayan querido realmente dejarlos de lado, pero, los estudios eran primero.
Luego se encontraron en aquel bar, fue mera casualidad. Que ambos estuvieran en un ligero estado de ebriedad.
— ¿Sabes hace cuanto no me toca? —Se había quejado el ex capitán del Nekoma, alzando la cerveza con una mano que viraba cada dos segundos de izquierda a derecha, derramando el líquido amarillento —Hace como un mes... o menos, como cinco —Balbuceo, con un tono de fingido, muy bien fingido dolor.
Oikawa había reído. No sabía porque, pero le daba gracia, y Kuroo no había tardado en unirse a sus carcajadas.
—Te entiendo —Hipo —Iwa-chan ya ni siquiera me deja entrar con él en la habitación —Secundo Oikawa, sorbiendo por la nariz — ¡Iwa-chan, ¿Por qué?! —Esta vez fueron berridos que llamaron la atención de los demás comensales, que les habían de dicado una mirada molesta.
Se quejó cuando Kuroo le dio un zape, quizá demasiado fuerte, pero él apenas había sentido el ligero dolorcillo.
—Calla Ahoikawa —Mascullo Kuroo — ¿no ves que nos van a correr por tu culpa? —En ese momento el moreno había intentado beber de su cerveza, queriendo parecer maduro y sereno, pero todo lo que logro fue que se le derramara el líquido, esta vez en la chaqueta, debido a que el castaño le inclino el vaso encima — ¡Ah! ¡Esta fría! ¡Idiota! —Luego rio a carcajada limpia —Vas a tener que ayudarme a lavarlo... —No sabía porque pero sabía que debía secarlo un poco antes de salir. Quizá porque afuera hacia un frio de los mil demonios, o algo similar. En ese momento el frio, y todo, lo tenía sin cuidado.
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Fue Un Error
FanfictionEstaban deseosos, ebrios, y calientes. Nada los detuvo en ese momento, ni sus novios quienes esperaban por ellos. Y se arrepintieron. Y lo mantuvieron. Nunca sacarían el recuerdo de sus cabezas, pero algo les constaba. Y eso es que había sido un er...