Era un viernes por la tarde cuando Hyungwon fue a visitar a su mejor amigo Wonho.
Wonho hace unas horas había llegado de la facultad, —estudiante de medicina de segundo año— se había tomado una ducha y su cuerpo desprendía un olor a canela. Hyungwon al entrar al departamento fue invadido por el abrumador olor a mirra del incienso encendido en el centro de la mesa del comedor, el cual Wonho encendía cuando requería relajarse. Wonho lo recibió con un fuerte apretón de manos, acto que ocasionó que las piernas de Hyungwon se aflojasen un poco.
Ambos chicos tomaron asiento delante el televisor, Wonho acomodó su bermuda al colocar su pierna sobre el mueble en posición cómoda. Hyungwon no pudo evitar observar como los músculos del castaño traspasaban la tela de su camiseta y su miembro se marcaba en la ceñida bermuda que éste portaba; repentinamente un olor a café invadió sus sentidos, era el perfume de Wonho quien se había acercado a él para tomar el control remoto que se encontraba a su costado. Afuera se escuchaba el ajetreo de la ciudad, los carros desesperados por llegar a su destino rápidamente, la música del vecino a todo volumen, aquella canción que de un momento a otro Hyungwon se encontró tarareando.
Las luces naturales del atardecer se filtraban por las ventanas, las cortinas se movían al ritmo acompasado del viento, Wonho en algún momento sin que Hyungwon se percatase, apagó las luces y la habitación quedó iluminada únicamente por las luces del exterior.
El pelinegro —Hyungwon— apreciaba cada uno de los movimientos y palabras de Wonho, sus ojos se posaron una y otra vez en los muslos de éste, subió la mirada hacia el abdomen, pecho, cuello hasta aterrizar en la profundidad nocturna de los ojos de él. Wonho sintió la mirada escudriñadora por parte del pelinegro, sonrió de medio lado y le miró fijamente. Hyungwon advirtió que sus intenciones estaban siendo percibidas, regresó la mirada al televisor tratando de escapar de esa mirada provocativa que Wonho le estaba colocando en esos momentos.
Wonho relamió sus labios —estás aburrido, ¿eh?— apagó el televisor y acercó su cuerpo un poco a Hyungwon, el pelinegro miró perplejo a su mejor amigo, las luces anteriormente naturales habían sido reemplazadas por las artificiales graduadas del comedor.
¿Cómo?, en lo absoluto— Hyungwon desvió la mirada y trato de levantarse del sofá en vano ya que Wonho le había tomado del brazo para evitar que huyese.
El contacto de los dedos de Wonho alrededor de su brazo izquierdo, la presión de estos sobre su piel hizo que Hyungwon se sintiese totalmente indefenso y su excitación aumentase un grado.
—Hace bastante tiempo que no estamos a solas, había olvidado la última vez que me viniste a visitar— Wonho le dijo aún sin soltarle, aumentó la presión en el brazo de éste, lo conocía de hace años, sabía cuál era ese secreto que tan celosamente guardaba.
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UNA VISITA
FanfictionWonho estudiante de medicina con cierto comportamiento sexual no aceptado socialmente, Hyungwon su mejor amigo con el mismo tipo de problema, uno gay de closet, otro gay abiertamente; Hyungwon va a visitar a Wonho un día cualquiera o al menos eso pe...