UNA VISITA

§§ Final §§

El castaño dejo de torturar el pene de su amigo para llevar ambas manos alrededor del cuello de éste, podía sentir como el orgasmo estaba aún más cerca que minutos atrás.

Hyungwon se sorprendió al sentir las manos de Wonho alrededor de su cuello pero no sintió miedo en lo absoluto, una oleada de placer le recorrió el cuerpo cuando el castaño hizo presión en su garganta, empujó más su cadera hacia el pene de Wonho embalándose más fuerte y profundo. Wonho apretó con fuerza —pero no la suficiente como para matarlo— el cuello de Hyungwon, vio en sus ojos una mirada de deseo y de placer que nunca había visto en ninguna de sus anteriores relaciones, sonrió ampliamente al notar que Hyungwon lo disfrutaba tanto como él; cuando Wonho aumento la presión en su cuello no pudo seguir soportando el orgasmo que quería explotar en él, ambos eyacularon al mismo tiempo soltando gemidos guturales que si no hubiese sido por la música de los 80's de la vecina, los hubiesen escuchado.

El pene de Wonho —Flácido— se deslizó fuera del ano de Hyungwon, dejó de apretarle el cuello y se recostó a su lado. Hyungwon llevo sus propias manos hacia su cuello, volteó la cabeza hacia la derecha y miró a su acompañante, el cual estaba empapado en sudor, el olor a canela se había intensificado.

—Así que realmente no era tu perfume—comentó Hyungwon mirándole sonriente.

Wonho le miró sin entender a qué se refería, se acercó a él y lo jaló para hacerle colocar la mejilla en su pecho. Hyungwon se dejó hacer, cerró los ojos y descansó su brazo en el pecho de Wonho.

— ¿Cómo supiste que me gusta tener sexo con cierto dolor?— preguntó Hyungwon con los ojos cerrados aun regularizando su respiración con el latido de Wonho.

— Te conozco lo suficiente como para saber eso, ¿no te lastimé verdad?—respondió Wonho acariciando la cabeza de Hyungwon, era la primera vez que lograba realizar ese acto que le parecía sumamente repulsivo, pero el único que le hacía llegar al orgasmo.

— No, seguro me dejaste marcas, pero nada grave, nunca imaginé que te excitaba una práctica así, tuviste suerte que a mí me guste el dolor—dijo Hyungwon con un tono un tanto somnoliento, se comenzaba a dormir; Wonho se percató, tomo la sábana y cubrió a ambos con ella. Así ambos se quedaron dormidos.

Al día siguiente después de tomar la primera hora de clase se juntaron en la cafetería.

— Y bien, ¿Qué somos ahora?—preguntó Hyungwon sentándose en la silla de enfrente mirando fijamente a Wonho.

—amo y esclavo— dicho esto le jaló de la camisa y le dio un beso delante de las personas, ocultarse más ya no tenía sentido, después de todo, cada quien vivía su vida a su manera y si estaba mal el ser homosexual o tener ciertos placeres diferentes, no le importaba ya que se sentía bien consigo mismo.