UNA VISITA

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Acercó su boca al pecho de Hyungwon y desabotonó la camisa con sus dientes rozando de vez en cuando la piel de éste.

Hyungwon se estremeció al sentir los dientes sobre su piel, deseaba más de esa sensación; el castaño se deshizo de la camisa de Hyungwon dejando al descubierto su morena piel, sonrió y miró a los ojos al chico debajo de él.

— ¿Quiere el niño que lo castigue?—preguntó deslizando su dedo índice de la mano derecha desde el cuello de Hyungwon hasta el ombligo de éste.

Hyungwon se sintió descubierto, su mejor amigo sabía de aquel secreto que creyó haber guardado tan profundamente en sí, trató de levantarse para huir y evitar que se siguiese dejando llevar pero

Wonho se lo impidió aprisionando sus labios mientras su mano se deslizaba por su cadera en dirección a sus pantalones.

El incienso se había terminado hace algunos minutos por lo que la habitación solo desprendía el olor de los dos jóvenes en la cama. Wonho desabrochó los pantalones de Hyungwon y llevó su mano hacia el miembro palpitante de éste cerrándose con cierta fuerza alrededor de él.

Hyungwon soltó un gemido al sentir el contacto de la mano del castaño sobre su virilidad, Wonho sonrió complacido, había logrado una reacción diferente de parte del médico pelinegro.

Mientras jugaba con la lengua de Hyungwon, mordiéndola ligeramente, chupándola, rozándola logró quitarle por completo los pantalones dejándolo sólo con el bóxer y su erección casi visible debajo de éstos.

— Esto...no es correcto— dijo Hyungwon cuando logro separarse de la boca de Wonho, su respiración se había tornado agitada por lo que hablar le era un poco complicado en esos momentos.

— Nada es correcto a la vez que todo lo es, todo está en el cristal con que mires— el castaño bajo con un camino de besos hasta el pecho del moreno, tomó uno de los pezones de éste con sus dientes aprisionándolo con éstos.

Hyungwon dejó salir otro gemido, su erección clamaba por ser liberada de la prisión de los bóxers, el líquido pre-eyaculatorio se marcaba en la tela, Wonho deslizó fuera los bóxers del moreno dejando así que su miembro se irguiese en su totalidad, se asombró del tamaño de éste, era aún más grande y grueso de lo que había esperado he imaginado.

Hyungwon rodeo con sus piernas nuevamente la cadera de Wonho, mientras que sus brazos se deslizaron por la espalda de éste sintiendo cada uno de los marcados, pero no excesivos, músculos.

Wonho notó la necesidad de Hyungwon por ser tomado en ese instante, pensó tomarse más tiempo para prepararle pero al parecer el pelinegro no necesitaba de muchos juegos previos.

— ¿Quieres que te lo de nene?— preguntó Wonho pegando sus caderas a las de Hyungwon, rozando sus virilidades, él aún no se había deshecho de su bermuda, sentía que por el momento no hacía falta eso pero su erección se notaba a leguas.

— Sí, rápido, quiero sentir esa dura vara dentro de mí, quiero que me destroces— exigió Hyungwon soltando el agarre de sus piernas de la cadera de Wonho.

Wonho soltó una carcajada e inclinó su torso hasta que sus rostros quedaron cerca.

— Si así lo quieres, así lo tendrás— dicho esto se levantó de encima de él y le indicó que se colocase en cuatro patas.

Hyungwon obedeció y se colocó en posición, Wonho inclinó su cuerpo hacia el de Hyungwon.

— Chupa— le ordenó Wonho al oído llevando el dedo índice a la boca de éste, Hyungwon tomo el dedo como si de una deliciosa paleta se tratase, lamiendo y chupando mientras sus caderas se movían de un lado al otro haciendo que la erección de su amigo frotase con su abertura.

— Eres impaciente ¿eh?— Wonho sacó su dedo de la boca de Hyungwon y lo llevo a la abertura de este y sin previo aviso lo introdujo en ella. Hyungwon soltó un sonoro gemido al sentir la repentina invasión, su pulso se aceleró aún más, esos movimientos lentos por un momento y bruscos repentinamente le volvían loco.

El castaño movió su dedo dentro del ano de Hyungwon aflojando los músculos, a pesar de saber las prácticas que su acompañante apreciaba, no deseaba ser tan brusco y animal como la mayoría de chicos que practicaban dichas actividades.

Besó la espalda del moreno, lamió desde el lóbulo hasta donde su cuerpo le permitió debido a la posición poco flexible.

Sacó su dedo cuando sintió que los músculos se habían aflojado considerablemente.

— ¡No más!, ¡quiero tu grueso y enorme pene dentro mío!— exclamó Hyungwon empujando sus caderas hacia atrás haciendo que su trasero pegase con el miembro de Wonho.

— vaya que si eres impaciente, que se le puede hacer—murmuró Wonho quitándose la bermuda exponiendo su erecto, firme y circuncidado pene.

— niño malo, no seas exigente— dijo Wonho con voz autoritaria dándole un manotazo al glúteo izquierdo de Hyungwon, éste gimió al sentir el golpe, la fuerza no había sido excesiva, pero había sido lo suficientemente buena para hacerle sentir bien.

Wonho tomo las caderas de Hyungwon y le penetro firme y de un solo golpe haciendo que Hyungwon se apoyase en sus antebrazos ya que el placer de sentir el grueso y duro pene de su amigo dentro de sí le hizo quedarse sin fuerzas.

Después de notar que Wonho se había acostumbrado a la intrusión continúo moviendo sus caderas de atrás hacia adelante, a la cuarta embestida logró llegar al punto que hizo que Hyungwon gimiese aún más alto y empujase su cadera hacia atrás en busca de mayor placer.

— Se siente tan bien en tu interior— comentó Wonho embistiendo cada vez más fuerte y rápido, un gemido salió de su propia garganta al sentir como sus testículos comenzaban a llenarse y como el orgasmo se aproximaba, pero no quería terminar ahí, no aún.

Salió del cuerpo del moreno con un quejido de respuesta de parte de éste y le ordenó colocarse boca arriba.

Wonho lo embistió nuevamente y llevo una de sus manos al pene del moreno masturbándole, moviendo su mano de arriba abajo rápidamente, con su dedo índice rozo la hendidura de la uretra,

Hyungwon mordió su labio inferior mientras jugaba con sus propios pezones apretándolo duro con ayuda de sus dedos índice y pulgar.