Hay un demonio que no aprende del mundo real, es idiota, bueno pero malo a la vez, tiene gustos por las cosas más tristes porque se siente inspirado de alguna manera, perdió todo cuando su único amor y felicidad murió, tiene muchos ángeles a su alrededor pero él es el único demonio, él ama el amor aunque diga la contrario, es algo principal en él, pero su cabeza está llena de pequeños y escandaloso demonios que hacen su vida menos y él de alguna manera los controla pero nunca se sabe hasta cuando van a durar esos demonios en su mente y hasta cuando va a durar él.
Sus Ángeles pueden tener una ala rota y él lo trata de arreglar pero él no tiene alas y llora por dentro, sus ojos están cristalizados pero su sonrisa no se borra porque está bordada en él de alguna manera para que no vean sus pequeños demonios en su interior que lo están matando.
Él podría pedir ayuda pero se da cuenta que no tiene alas, sus Ángeles si, algunas completas, algunas con algún rasguño, otros en la mitad y a otros les falta muy poco para no tener y él de alguna forma quiere que esas alas duren, duren para siempre hasta estar cavando bajo tierra y enterrar esas alas. Él quiere lo mejor para sus Ángeles pero nunca pensó en lo mejor para él, los demonios en su mente solo quieren llegar a que éste demonio sangre por sus brazos, piernas y corazón mientras sus lágrimas caen y se va lentamente, dando su último cariño a sus Ángeles y al final cayendo.
Aunque al final ese demonio trate de levantarse no puede, es como si alguien estuviera encima suyo para no poder levantarse, pero ese demonio desde lo lejos trata de sacar flores de si mismo y dejar de sangrar pero sabe que eso no va a ser posible.
Ese demonio tirado y sangrado sonríe por última vez sintiendo felicidad por sus Ángeles
Ese demonio no puede ver encima de si mismo, no sabe quien está encima suyo, pero siente a alguien riendo y buscando algo malo hasta de su sangre, ese demonio trato de librarse de esa cosa encima suyo pero se lastimaba cada vez más, sus piernas estaban lastimadas, al igual que sus brazos y cuerpo entero pero lo podía aguantar, ese demonio no podía llorar en frente sus perfectos Ángeles, sentía que sus alas caerían y ese demonio moriría
Esa cosa que estaba sobre el demonio tenía un poder increíble sobre ese, nunca había entendido que poder o el por qué, sólo sabía que no podría seguir aguantando aunque quisiera y sólo lo hacía por sus Ángeles.
Esa cosa era enorme y no de físico, nada de músculos y cara malvada, era un ángel pero un ángel diferente, sus alas eran demasiado gigantes, un color dorado por algunas partes, su cara no la podía ver, pero todos quedaban sin palabras al ver ese Ángel hermoso pero en realidad tenía algo de maldad
No sabía nada sobre esa cosa, sólo sabía que no quería que siga, no quería que ese demonio salga de la oscuridad, quería verlo sufrir, quería verlo no poder derramar ni una sola lágrima, sólo lo quería ver sangrar, ese ángel lo disfrutaba y aunque no era nada justo no bueno al demonio le parecía un ángel hermoso, nunca tuvo ganas de ver llorar a ese ángel como a ninguno, aunque el demonio estuviera sufriendo y sangrando le gustaba escuchar esa melodía de su risa sea para bien o para mal, sólo quería escuchar las melodías de las risas de sus Ángeles
Ese demonio después de esperar tanto, pudo girar su mirada en donde sentía esa cosa pero no había nadie, cuando volvió su mirada a sus Ángeles no estaban, ese demonio estaba sólo sin poder entender.
Uno de sus Ángeles más apreciados se acercó y secó una de las lágrimas que por fin lograban salir y de ese toque salieron flores y el demonio sonrió sintiendo un pequeño alivio.
Ese Ángel lo miro con sus ojos cristalizados y alejándose hasta ya no poder ver sus hermosas alas y el demonio volvió a sentir esa cosa reírse y al mirar sus brazos y piernas estaban llenos de sangre al igual que su cuerpo entonces algo en su mejilla dolía y ardía, algo cayó de su mejilla.
