Nota 13.

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Narrador Omnisciente

Faltaban solo dos días para que el pelinegro se valla y nuestro protagonista aun no tenía ni un verso escrito.

La paciencia se iba y los hermosos y sedosos cabellos del rubio estaban desapareciendo por la falta de inspiración, no había ni una idea, ni una melodía, nada. Solo podía pensar en nada. Y eso lo abrumaba totalmente.

Su novio, Sajiou Rihito, no entendía por qué su amado se encerraba en su habitación, antes de irse tenía la esperanza de pasarlo con quien más quería, pero no. Hikaru estaba totalmente inmerso en la melodía y letra de su canción, no había tiempo para pasear.

Con ideas confusas en su mente, Sajiou entro sin permiso a la habitación del rubio. Este yacía dormido en el asiento reposando así sus codos en el escritorio tapando sus apuntes y partituras. El pelinegro solo suspiro, no tenía intenciones de espiar a su novio, pero la extraña actitud de este ya le estaba poniendo nervioso. No quería que Kusakabe estuviera estresado y con enormes bolsas debajo de los ojos, y si seguía durmiendo en esa posición tarde o temprano tendría dolor de espalda, decidió así que lo mejor era cargar al rubio a su cama y con mucho esfuerzo lo logro.

Lo vio unos minutos... minutos eternos para él. Su cabello dorado despeinado y sus expresiones tan calmadas, eran hermosas o eso era lo pensaba Rihito.

—Duerme bien. — Un hermoso sonrojo adornaba su rostro, lentamente se acercó a aquel que era su novio. Debía hacerlo ahora, no había tiempo para mañana, lentamente se acercó a sus labios entreabiertos, sin despertar a su contrario le dio un dulce y cálido beso como en los cuentos de hadas. Se apartó rápidamente y desvió la mirada, dispuesto a salir y se quedó pensando en su siguiente movida. Esta era una oportunidad única en la vida y no la desperdiciaría...bueno no tanto.

Regreso al lado del durmiente, sin pensarlo dos veces se dirigió al baño con un par de prendas en mano. Una vez que salió estaba listo para dormir. Se metió en la cama de su amado y se acurruco a su pecho, aspirando aquel aroma a soda de limón y por alguna extraña razón a primavera. Se sentía tranquilo y calma, algo que solo Kusakabe sabía hacer y por más loco que suene. Sajiou daría la vida por él; pero su orgullo, como el de todos, no quería aceptarlo.

Notas de un Enamorado. DouKyuSei.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora