Gotitas de miel + Jookyun

único

El cielo estaba gris, lleno de nubes que soltaban estruendosos truenos y relámpagos. Lágrimas finas y silenciosas rodaban por las mejillas de Jooheon desde hace muchas horas, sus ojos ya rojos por el llanto le ardían. Conforme el tiempo avanzaba, su cuerpecito temblaba y de sus labios salían leves hipidos.

No quería vivir más, tan sólo quería dejar de sentir e ir al cielo con su abuelo Joon, aquél que tanto amor le dio desde el momento en que supo que vendría al mundo.

La madre de Jooheon no sabía qué hacer para que su dulce niño volviera a estar feliz. Jooheon no comía, no reía, no hablaba, no jugaba y tampoco quería salir. Incluso lo había llevado al psicólogo, pero su pequeño no soltaba palabra alguna. Sabía que no lo podía forzar, pero estaba desesperada por ver aquel distintivo brillo en sus ojitos y verlo sonreír hasta marcar sus hoyuelos.

No sólo Hayeon sufría. También estaba Changkyun, el mejor amigo de Jooheon, aquél que admiraba tanto el carisma de su hyung. Changkyun no sabía cómo, pero lograría hacer sonreír a Jooheon, porque cuando sonríes se forman dos pequeñitas cerezas, Honey hyung.

Cansado de no haber visto a su hyung en más de dos semanas, Changkyun decidió salir de su casa en la noche (afortunadamente, vivían a tres casas de diferencia) y meterse por la ventana de la habitación de Jooheon ㅡque sabía, dejaba abierta por las nochesㅡ para abrazarlo toda la noche.

Esperó con ansias. Cuando dieron las 19:30 y su madre lo arropó en la cama, fingió dormir para no levantar sospechas. Esperó pacientemente hasta que dio la media noche. Se escabulló por su ventana. Corrió hasta llegar a casa de su Honey hyung y sin esperar más, se metió a la habitación a través de la pequeña ventana abierta.

Caminó sigilosamente hacia la cama de Jooheon y se metió entre las sábanas, abrazando a su hyung y recostando su cabeza sobre su pecho.

ㅡ¿Qué haces aquí, Changkyun?

Changkyun se sorprendió al escuchar la voz de su hyung.

ㅡTe extrañaba, Honey hyung.

ㅡNo quería ver a nadie.

ㅡLo sé, por eso estoy aquí.

Se miraron a los ojos por unos segundos.

ㅡDeberías irte, Changkyunnie.

ㅡNo, Honey hyung. Vine a cuidarte esta noche.

ㅡ¿Por qué?

ㅡ¿Por qué vine a cuidarte?

ㅡNo. ¿Por qué sigues a mi lado?

ㅡPues porque te amo, hyung, ¿por qué más?

Nuevas lágrimas se deslizaron por las mejillas del mayor.

ㅡOh, hyung... Por favor no llores ㅡChangkyun se apresuró a secar las lágrimas.

ㅡ¿Por qué no? Estoy muy triste, Changkyunnie.

ㅡPorque cuando lloras caen pequeñas gotitas de miel, y al abuelo Joon no le gustaría que Honey desperdiciara su dulzura, ¿verdad, hyung?

Jooheon sonrió con los ojos cristalinos.

ㅡEres un tonto dulce, Changkyunnie.

ㅡPero soy tu tonto dulce, ¿no, hyung?

Permanecieron en silencio por varios minutos, hasta que Changkyun sintió a su hyung temblar. Otra vez estaba llorando.

ㅡHyung... ㅡmurmuróㅡ, ¿qué puedo hacer para que dejes de llorar? No quiero que Honey pierda su dulzura ㅡhizo un puchero.

ㅡDame amor y nunca me dejes, por favor.

Changkyun no dijo nada, sólo abrazó más fuerte al mayor y le acarició el cabello. Frotó su mejilla contra la de su hyung y en un desliz, rozó sus labios accidentalmente. Se separó enseguida, con las mejillas acaloradas.

ㅡL-lo lamento, hyung.

ㅡNo lo hagas, se sintió bonito, ¿podrías hacerlo otra vez?

Changkyun asintió, aún con el calor en sus mejillas. Se acercó al rostro de su hyung y rozó nuevamente sus labios, permaneciendo así varios segundos. Jooheon se acercó más y movió sus labios, sin poder evitarlo, ocasionando que ambos se besaran sin siquiera saberlo. Segundos después se separaron, con el corazón agitado.

ㅡ¿Q-qué fue eso, hyung?

ㅡNo lo sé, pero me gustó mucho, ¿a ti no?

ㅡMe encantó, Honey hyung ㅡadmitió.