Noche de cumpleaños

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En la portada se veía a una chica de cabello corto y lila, con ojos morados. Sus pechos eran algo pequeños y estaba usando un traje escolar; sus manos se encontraban atadas en su espalda con una brillante cuerda roja. Sougo no pudo evitar pensar que la chica se parecía un poco a él, pero espantó ese pensamiento de su mente en cuanto apareció. ¿Qué estaba pensando?

Mientras que los demás terminaban de decorar, le habían pedido a él distraer un rato a Tamaki. Cosa que aprovechó para cumplir lo que le había prometido. Así podría escoger el video que prefiriera, y sólo sería Sougo el que pasara la vergüenza de rentarlo. Cosa que, hasta ese momento, estaba seguro de no haber hecho antes de su vida. Durante su adolescencia siempre le dio demasiada vergüenza pensar en hacer algo como rentar un V.A. Recordaba que sus compañeros de clase hablaban de ellos con poca frecuencia, y él nunca se había sentido capaz de hacer algo como eso. Nunca le había interesado la idea, y de hecho imaginarlo conseguía que su rostro se enrojeciera un poco. 

Pero lo estaba haciendo por Tamaki. Era un regalo que había prometido y no se echaría hacia atrás. Una vez lo pagó lo ocultó en una bolsa de cumpleaños que había preparado en su bolso con antelación y se la entregó al ahora mayor de edad. 

—Tamaki-kun, ¿regresamos? —preguntó tras darle una mirada al reloj de su celular.

Éste asintió con una mirada difícil de leer mientras sostenía la bolsa de regalo con el contenido que bien conocía frente a él.

Cuando llegaron al piso, los chicos ya habían terminado de adornar la habitación, y los recibieron portando gorros para fiestas con grabados del Pudín del Rey; era de esperar que la mayoría de la decoración incluyendo los aperitivos fueran iguales. Hicieron algunos juegos antes de partir el pastel y abrir los regalos.

—Muy bien, sigo yo —el juego del rey sería el último antes de cambiar de actividad, y hasta el momento Tamaki y Yamato habían tenido la racha de estarse intercambiando el puesto del rey en cada turbo; ahora le tocaba a Yamato—. Número 7 muerde a número 2.

—Espera, ¿es acaso un juego de vampiros? —comentó Mitsuki sorprendido por la extraña orden; él tenía el número seis.

Yamato se rió en voz baja.

—No vienen mal ordenes raras.

Iori, Nagi y Riku tenían respectivamente el 3, 4, y 5. Para su mala suerte, era Sougo el que sería mordido por Tamaki.

—¿No podemos cambiarlo a otra cosa? —preguntó colocando su mano en su cuello temiendo por la mordida.

Nagi negó con la cabeza.

Oh, no, Riku e Iori juntaron sus narices por un minuto  en la previous round. No sería justo si tú huyes.

Resignado, el de cabello lila expuso su cuello ante el menor, ladeando su cabeza un poco. Tamaki había permanecido callado hasta ese momento. No parecía desagradarle la idea de hacerlo, pero era difícil saber lo que pasaba por su mente. Se acercó con lentitud hacia el mayor, y cuando vio que éste se estremeció un poco cerrando los ojos dijo:

—No te preocupes, Sou-chan, seré gentil —y tras decirlo clavó sus dientes en la pálida piel del más bajo. No hizo mucha presión, y cuando se separó, después de limpiar restos de su saliva, no se veía más que una ligera coloración rojiza en la zona que mordió.

Sougo había sentido algo extraño cuando escuchó la voz de Tamaki, e incluso estaba seguro de ver una mirada extraña en él; la misma que cuando veía la bolsa con el V.A. Era difícil de describir, y hacía que algo se revolviera en su estómago.

El resto de la fiesta continuó sin incidentes extraños, y como al día siguiente no tenían nada que hacer, se extendió hasta altas horas. Como Tamaki ahora era mayor de edad, hubo alcohol casi al cierre de la fiesta, cuando Tsumugi se fue; aunque como al más joven del grupo no le gustó el sabor de la cerveza ni del vino Yamato y Mitsuki terminaron tomándose la gran mayoría. Sougo se abstuvo de beber al recordar lo sucedido las veces que tomaba.

Cuando cada uno se retiró a dormir a su habitación, el de cabello lila se puso a leer algunas cosas en su computadora sabiendo que no debía de preocuparse por el día siguiente. Más que una pequeña aparición en una entrevista en la noche; algo que duraría menos de una hora, MEZZO no tenía otro trabajo particular.

—Oh, ¿Tamaki-kun? —vio el reflejo de éste en su computadora, y cuando se dio la vuelta se encontró con el ahora mayor de edad con el V. A. en sus manos—. ¿Pasó algo?

—Llamé a la puerta, pero no respondiste. Creí que dormías... Ah, si hubieras estado dormido me hubiera ido —se excusó sabiendo que no era correcto entrar en las habitaciones de otras personas sin consentimiento.

Sougo sonrió sin saber qué otra cosa hacer.

—Está bien, no te preocupes, ¿ocupabas algo? —preguntó evitando mirar lo que el otro sostenía. «¿No fue de su agrado?» se cuestionó, «¿renté el que no era?».

—El V. A. —comenzó a decir—. ¿Podemos verlo juntos? 

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Hola!!! Ha pasado un tiempo ya, y lo siento mucho. ;u; a pesar de estar en vacaciones estoy teniendo clases en verano (ni por repetir materia... al contrario, estoy adelantando una materia... a muchos kilómetros de México). Es un curso intensivo (en un idioma que apenas entiendo ;u;) así que en verdad no podía/puedo darme muy bien el lujo de escribir. Pero aprovechando que ya terminé mi ensayo del martes (sólo me falta ahora leer 300 páginas en inglés :'D) volví!

XD debo decir que me frustré en una parte porque escribí "abrir el pastel y partir los regalos" y cuando lo corregí me di cuenta de que lo dejé como "partir los regalos y abrir el pastel" culpa de mi dislexia (en verdad espero al final sí haberlo escrito como era)

Estaré escribiendo algunos fics TamaSou porque, wow, en verdad me enamoré de la pareja más de lo que esperaba, sin más blablabla, espero que les haya gustado el capítulo, gracias por leer y nos leemos pronto^^)/

Regalo de cumpleaños (TamakixSogo) (Idolish7) (MEZZO) (yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora